Con una puesta en escena laberíntica, Salvador Dalí se deja ver en París. No podía ser de otro modo, así es su universo. Han tenido que pasar más de treinta años para su regreso y ahora lo hace a lo grande, con una gran retrospectiva en el mayor museo de arte moderno de Francia. Entre las más de doscientas piezas, pinturas como el retrato de Picasso se mezclan con esculturas como el teleléfono afrodisiaco blanco. Pero también hay dibujos, películas, collages y documentos que atestiguan el insaciable apetito creativo de Dalí y las múltiples formas que encontraba para saciarlo.

Una estructura con forma de huevo en la que se proyecta un Dalí en posición fetal da la bienvenida a la exposición, que pasea por todos los aspectos de la obra y la vida del pintor de Figueras. Organizada conjuntamente entre el Centro Pompidou y el Museo Reina Sofía, donde viajará el próximo mes de abril, ha tardado tres años en materializarse. De hecho, se trata de un evento muy esperado en Francia que ha generado otra decena de actos, exposiciones, subastas y eventos paralelos.

Estructurada en torno a un doble eje cronológico y temático, la muestra ahonda en los inicios del provocador artista en la Residencia de Estudiantes y su relación con la Generación del 27, hasta su aterrizaje en la pintura surrealista de la mano de artistas como Joan Miró, Max Ernst o Yves Tanguy. Además, a través de múltiples instalaciones audiovisuales, explora su vertiente más mediática, despreciada por los historiadores del arte por considerarla vulgar y autopromocional, y sin embargo imprescindible para comprender su obra.



En la muestra, que ha contado con aportaciones de media decena de museos así como de colecciones privadas, puede verse asimismo un cuadro cuyo influjo en el artista ampurdanés es poco conocido por el gran público y sin embargo, es fundamental: el Ángelus del pintor realista francés Jean-François Millet.

También presentes en la muestra se encuentran las incursiones del pintor en los campos de la ciencia y la tecnología. Dalí utilizó técnicas como la estereoscopía y la holografía, y explotó las posibilidades de los medios de masas, como la televisión y el cine. Así, junto a obras maestras como El gran masturbador o la mítica sala Mae West, aparece Dalí posando triunfal y burlón ante las cámaras, poniendo de manifiesto que este pionero de la actuación consideraba el arte como un acto de comunicación global.

Pero frente la provocación y la polémica como actitud vital, la retrospectiva incide sobre todo en su trabajo como artista pluridisciplinar y se adentra en la obra del hombre que ejerció su talento en todas las modalidades creativas y cuya curiosidad era infinita.

Más información
Dalí
Dónde: Centro Pompidou, París
Cuándo: Hasta el 25 de marzo

Cómo llegar
La forma más práctica de llegar a París es en el Trenhotel Elipsos. El Francisco de Goya parte de Madrid con destino París y hace paradas en Blois y Orléans. En esta última ciudad también se detiene el tren Joan Miró, que une Barcelona con la capital francesa.