Planes sugerentes para disfrutar en los puentes de noviembre
Desde pueblos tan fotogénicos como Siurana o tan singulares como Urueña a bosques mágicos como el leonés de Ciñera de Gordón o caminos al borde de los acantilados como el que va de Zumaia a Deba. Aquí tienes un puñado de paraísos cercanos.
El bosque encantado de Ciñera de Gordón
Este hayedo fresco y mágico de la Montaña Central Leonesa merece la pena llegar en cualquier momento del año, pero especialmente en otoño. Forma parte de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga y presume de premios, amigos y un haya que ronda los cinco siglos de vida.
Museo del Greco de Toledo
No importa cuántas veces se visite Toledo, siempre hay algo que descubrir. Lo que quizá aún no sea conozca sea este recientemente remodelado museo, una buena manera de adentrarse en aquella ciudad universal y cosmopolita que sedujo, a finales del siglo XVI, a un singular pintor griego que ya no quiso vivir en ningún otro lugar.
Aromas de castaño en Alájar
Escondida entre los valles y las montañas de la sierra onubense de Aracena, hasta su peña llegó Benito Arias Montano a mediados del siglo XVI para estudiar las Sagradas Escrituras. Alájar es un pueblo encantador, salpicado de agua, aromas y sierra antigua.
Antequera
Es la gran ciudad barroca de Andalucía, síntesis de la mejor arquitectura religiosa y civil del XVII y del XVII, pero también es la ciudad de las leyendas y los amores imposibles y muestra un gran catálogo de monumentos únicos a los pies de la vieja Alcazaba, allí donde se citan las fronteras de cuatro de las ocho provincias andaluzas.
Trujillo, cuna de conquistadores
Francisco Pizarro, el conquistador de Perú, nació en Trujillo y su estela se proyectó sobre una de las ciudades más apasionadas y monumentales de Extremadura. Su plaza Mayor, una de las más bellas de España, guarda la memoria de sus gestas.
Petroglifos de Campo Lameiro
Esta pequeña localidad pontevedresa acoge uno de los conjuntos más importantes de petroglifos de Europa. Más de cien losas de grandes dimensiones en las que pueblos prehistóricos grabaron sobre la piedra animales, laberintos y círculos cuyos significados ocultos siguen fascinando a investigadores y visitantes.
Camí de Sa Pujada en Formentera
No solo de playas presume la isla pitiusa, que dibuja su silueta entre dunas y acantilados. También de los caminos verdes que la surcan y que conducen a rincones desde donde se contemplan increíbles puestas de sol. El tramo final del Camí Vell de la Mola proporciona las mejores vistas sobre el Mediterráneo.
Urueña, el refugio del libro
Desde la muralla, el espectáculo geométrico del campo cereal entre bosques de encina. Intramuros, un elegante laberinto medieval donde encontrar museos, tiendas y, sobre todo, librerías, como corresponde a su condición de Villa del Libro. Así es Urueña, atalaya insólita en el corazón de Castilla.
De Zumaia a Deba, la ruta de los acantilados
Asomarse a los acantilados que como cuchillas afiladas se despliegan en este tramo de la costa guipuzcoana es hacerlo a la historia de la Tierra. Alrededor de este libro de hace millones de años, pueblos como Zumaia, Deba y Mutriku mantienen, sin embargo, una historia viva, la de su vocación marinera, reflejada en una arquitectura surgida de un rico quehacer comercial durante el medievo.
Siurana, soberana del Priorato
Encaramado en un peñón de piedra caliza y oteando un paisaje de valles y acantilados, Siurana es, por méritos propios, el pueblecito más fotogénico de la comarca del Priorat. Y es que pasear por sus callejuelas de sabor medieval, descubrir sus leyendas protagonizadas por bellas nobles moriscas y disfrutar de sus puestas de sol lo convierten en un pueblo de cuento.
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Descubre en el Especial de Viajes de la revista ¡Hola! estas y otras rutas de extraordinaria belleza para disfrutar por España.
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