Primavera en el Valle del Madriu

Aléjate de la rutina y disfruta en familia de unos días de descanso en plena naturaleza. Te proponemos una ruta por los tesoros naturales y culturales de este valle andorrano declarado Patrimonio de la Humanidad.

by hola.com

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La invitación no puede ser más alentadora, porque Andorra, el país de los Pirineos, tiene todos los alicientes para este tipo de escapadas, y el Valle del Madriu, la opción perfecta para vivir la primavera en su estado más puro. Con un área de 4.247 hectáreas, ocupa casi una décima parte del país, y cuenta con cotas que alcanzan los 2.500 metros de altitud. El valle es uno de los espacios más accesibles y sorprendentes del país, con una larga historia, geológica y natural que refleja la convivencia entre hombre y naturaleza en el Principado. En su interior, podrás encontrar además una gran variedad de flora y fauna, ermitas románicas, rutas que transitan por antiguas sendas y lagos, así como una rica y variada flora y fauna. Estas son seis ideas claves para disfrutar del Valle del Madriu:

Sant Miquel d’Engolasters
Esta ermita del siglo XII se encuentra apenas comenzada la ruta por el parque. Destaca por su campanario cuadrado de más de 17 metros de altura y en su interior se aprecia una reproducción exacta de las pinturas murales románicas que decoraban el ábside y el presbiterio.

El Camí dels Matxos
Este camino empedrado que sigue una antigua senda de arrieros que transportaban carbón, familias de agricultores e incluso contrabandistas es un claro testimonio de la presencia del hombre desde hace más de siete siglos en este espacio natural.

Lago Azul
Con 2.1 hectáreas de superficie, el lago Blau, a pesar de su nombre, tiene las aguas de apariencia turbia y una coloración un poco verdosa. El itinerario, técnico y de cierta dificultad, lleva a descubrir la gran variedad de hábitats naturales que posee el valle y que constituyen al mismo tiempo una muestra bastante completa de los ecosistemas del Principado.

Dormir en un refugio
Dentro del valle hay hasta cuatro refugios situados en diversas cotas. Los de Fontverd, Perafita y Claror, Estany de L’ila y Riu dels Orris, ubicados en enclaves únicos, son de acceso libre.

Comer en una borda
Y después de un día caminando y descubriendo el valle, podrás recargar energías en una borda, una de esas antiguas casas de labranza reconvertidas en restaurantes, y disfrutar de otra gran desconocida: la gastronomía andorrana. En todo el país hay más de 20 bordas, ubicadas en enclaves espectaculares y que ofrecen los productos locales de gran calidad y cocinados según las recetas tradicionales: caza, setas, trinxat, trucha, embutido...

Un spa de montaña como guinda
El país de los Pirineos cuenta con una variada oferta de centros donde descansar y disfrutar de los últimos tratamientos a base de productos naturales o de las propiedades del agua y todos ellos ubicados en enclaves con espectaculares vistas. Además del afamado Caldea y el balneario de Roc Blanc, no dejes de tener en cuenta los centros de wellness de los hoteles Carlemany, Hotel Princesa Parc, Hotel Rutllan, el Sport Hotels Resort & Spa y el Hotel Plaza.

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