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La Ciudad de Petra es una de las nuevas siete Maravillas del Mundo, pero sobre todo el tesoro más preciado de Jordania y su atracción turística por excelencia. Pero, desde luego, no la única, porque también están el Mar Muerto, el punto más bajo del planeta, sinónimo de salud y bienestar; el desierto de Wadi Rum, un escenario que brinda una experiencia incomparable, especialmente si se sobrevuela en globo; Amman, la capital, con su teatro romano y la mezquita King Abdullah, o la reserva natural de Ajloun.

Y si se quieren seguir buscando destinos de referencia, muchos otros llevan el sello bíblico, como la zona de Betania; el monte Nebo, donde Moisés divisó la Tierra Prometida de Canaán; Anjara, venerada como el lugar como el lugar donde Jesús y su madre María hacían escala en sus viajes, o Mukawir, identificado como el palacio-fuerte de Maqueronte del rey Herodes.

Con semejante catálogo artístico, histórico y natural no es extraño que este país de increíble belleza se haya convertido en uno de los destinos predilectos de los turistas españoles en 2010, según datos facilitados por Jordan Tourism Board, y todo ello a pesar de la crisis. Un dato que viene a reforzar el constante crecimiento del turismo de nuestro país en el reino jordano en la última década.

Asimismo, el turismo religioso en Jordania ha vivido un espectacular incremento durante el pasado año. En el mes de abril y coincidiendo con la Semana Santa, por ejemplo, el crecimiento con respecto al mismo mes del año anterior se sitúa en un 119 por ciento, lo que ilustra la ingente atracción que ejercen sobre los fieles españoles la zona de Betania o el monte Nebo, puntos clave en la historia bíblica. A nivel global, según los números de Jordan Tourism Board también señalan una tendencia creciente en la recepción de visitantes de todas las nacionalidades.

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Turismo de Jordania