Château de La Chèvre d’Or, una panorámica de infarto
Una maravilla para los ojos y una delicia para el paladar. ¿No te resulta tentadora una invitación así? Pues es la sugerente propuesta de este lujoso hotel emplazado en el pueblo de Eze, auténticamente colgado del acantilado. Te quedará con la boca abierta al contemplar la grandiosa panorámica del Mediterráneo que brinda.
Cuentan que al final de su vida, Nietsche subió por uno de los escarpados caminos del pueblo de Eze y la dificultad de la ascensión le inspiró para escribir Así habló Zaratustra. Cerca del “camino Niestsche”, este castillo y su asombrosa vista del Mediterráneo te reservan pruebas más suaves, como descansar en lujosas habitaciones elegantemente decoradas y con grandiosas vistas sobre el mar, nadar en una piscina romana en perfecta armonía con la naturaleza, jugar al tenis, recibir un masaje indio, degustar grandes vinos... En la cocina, los amantes de la gastronomía francesa y de las especialidades mediterráneas disfrutarán de sus platos favoritos mientras contemplan extasiados un panorama espectacular desde uno de los cuatro restaurantes del hotel.
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Château de La Chèvre d’Or
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