5 hoteles para disfrutar de la nieve

Del Pirineo a Sierra Nevada. Si eres aficionada al esquí o simplemente quieres pasar unos días cerca de las montañas nevadas, aquí tienes un puñado de alojamientos donde refugiarte tras acabar el día.

by hola.com

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Nevará, y lo hará copiosamente a lo largo de todo el invierno. Estos días fríos no te quedes en casa, porque la nieve también implica viajar, descubrir y disfrutar con la familia y los amigos. Te presentamos cinco coquetos hoteles de montaña donde el descanso, la tranquilidad y el confort están garantizados, tu única duda será elegir destino:

Casa Cornel
Las vistas de las pistas de la estación de Cerler desde este hotelito de ambiente familiar son todo un privilegio del que gozan sus huéspedes alojados. En el valle de Benasque, en pleno Pirineo oscense, ocupa una casa señorial del siglo XIII formada por dos edificios unidos y abiertos a un patio central. Las habitaciones son rústicas en su mayoría, aunque también las hay de diseño moderno, y todas resultan amplias, especialmente las abuhardilladas y las familiares, tipo dúplex. Las tardes-noches se disfrutan en el acogedor salón, en la taberna-bar, en la terraza o en el jardín pero, sobre todo, en el restaurante La Solana, mientras se degustan platos típicos del valle acompañados por vinos del Somontano.

Besiberri
Si has elegido la estación de Baqueira Beret para pasar tus próximas vacaciones en la nieve, éste es uno de los lugares más recomendables para alojarte. Primero por su cercanía a las pistas, a sólo seis kilómetros, y, sobre todo, por el ambiente hogareño que Carmela y sus hijos han otorgado a esta casona rústica situada en el valle de Arán. Tras su fachada de color rosa con sus balcones cuajados de flores, al estilo de los refugios tiroleses, se esconden unas estancias acogedoras y coquetas, donde no falta detalle. Los desayunos resultan deliciosos, como entrañables son los momentos de descanso, tras una jornada de esquí, delante de la chimenea de su cálido salón.

Niu dels Falcons
Lluisa y su hija Sara, amantes de la alta montaña, regentan este confortable y tranquilo refugio situado a sólo un kilómetro de distancia de las pistas de esquí de La Molina. Se enmarca en una finca de 3.000 metros cuadrados de jardín con un pequeño lago y disfruta de unas visitas pirenaicas para enmarcar. Todo en él parece ideado para encandilar a los alojados, desde su limitada capacidad –sólo siete habitaciones–, a su decoración, con la piedra y la madera como protagonistas, pero cada una distinta del resto. Si te lo puedes permitir reserva la suite, con hidromasaje y jacuzzi, y, si viajas en familia, las dúplex abuhardilladas son las tuyas. La guinda la ponen los menús que ofrecen sus propietarios a la hora de la comida, basados en productos de la Cerdanya, momentos que no te podrás perder.

La Almunia del Valle
Es uno de los alojamientos más recomendables para disfrutar del Parque Natural de Sierra Nevada en toda su extensión, seas o no esquiadora. A sólo ocho kilómetros de Granada, este antiguo cortijo serrano se encuentra inmerso en una inmensa finca de más de una hectárea con zona de cultivos y praderas. En verano puedes disfrutar de su piscina volada, si el tiempo acompaña, en las amplias terrazas y siempre, en las diez habitaciones y estancias comunes, a las que se les ha otorgado un ambiente cálido, con tonos suaves en las paredes y mobiliario de diseño actual. Los productos de la huerta propia son la base para elaborar una sabrosa cocina de mercado.

Hacienda Los Robles
Su entorno no puede ser más tentador: por el norte, la Bola del Mundo y La Maliciosa; al este, Los Almorchones y el Cerro de las Cabezas; al oeste, el Cerro del Castillo y la Dehesa de las Golondrinas, y al sur, el embalse de Guadarrama. A ello suma su situación en el mismo pueblo de Navacerrada, a sólo unos kilómetros de su estación de esquí. En la parcela de más de 7.000 m2 en la que se enclava no falta de nada: jardín con piscina, pista de tenis, terraza, parque infantil… Pero tampoco en su interior: cafetería-tetería, pub de estilo inglés con billar, salón de reuniones y restaurante con una sugerente carta-menú centrada en la cocina de temporada. En su treintena de habitaciones, entre las que sobresalen las dos junior suite y las tres suites, predominan la madera y el hierro forjado. Y no te pierdas el amplio abanico de propuestas de ocio para el tiempo libre que se ofrecen a los alojados en el hotel.

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