Cae el sol en la Albufera, ¿te vienes de pesca?

Acompaña en su faena a alguno de los pescadores que siguen practicando esta actividad en la isla de El Palmar, una tradicional labor que sigue vistiendo de costumbrismo el paisaje valenciano.

by hola.com

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Durante más de 700 años, los pescadores de la Albufera de Valencia han heredado y transmitido a su vez el redolí o calá, un modo tradicional de pesca que aún hoy perdura en el humedal. El rey Jaime I otorgó en 1250 por primera vez el derecho de pesca en esta zona, sentando las bases de la centenaria Comunidad de Pescadores de El Palmar. Desde entonces, los vecinos de esta localidad salen cada día a faenar como lo hacían sus antepasados: en una pequeña embarcación sin motor, impulsada por perchas que clavan en el fondo del lago, y cargados con los mornells o volantas, unas mallas armadas en aros que se colocan bajo el agua. Con esta especie de almadraba o cerco de redes pescan lubinas, llisas y las afamadas anguilas, que van directamente a la lonja de El Palmar para su venta.

Conocer los secretos de esta tradición, transmitida durante generaciones, es una manera muy especial de empaparse de historia y naturaleza gracias a algunos de los pescadores del lugar, que realizan demostraciones de esta actividad entre los meses de octubre y febrero, mientras relatan las anécdotas y la forma de vida del humedal. Al atractivo tradicional y cultural del arte de la pesca se suma la belleza del paisaje, que se puede explorar en alguna barcas típicas del lago. Los nueve kilómetros de travesía de la Albufera son perfectos para la contemplación de ánades, garzas, patos, garcillas o el rarísimo samaruc, especie en peligro de extinción que habita en este regio parque. La fauna y flora de la Albufera, donde se abrazan el río Turia y el Júcar, conquistaron no sólo a Jaime I, que estableció aquí un coto real; también José Bonaparte, que concedió el título de duque de la Albufera al mariscal Suchet, cayó rendido ante su paisaje.

Son muchas las estampas perfectas de este lugar, pero ninguna comparable con la del sol escondiéndose, con los reflejos rojizos que matizan el lago sereno, separado del mar por un cordón de dunas y pinos, y con las pequeñas barquitas, las albuferencs, junto a otras mayores, las catarrogines, quietas en el agua. El paisaje de la Albufera, que en árabe quiere decir “pequeño mar”, ha ido variando a lo largo de los siglos. Hoy parte del marjal ha ido cediendo al cultivo de arroz, otra de las actividades de la zona.

Es imprescindible, tras el paseo en barca, recalar en la isla de El Palmar, rodeada de arrozales, donde se pueden admirar algunas de las antiguas barracas que aún quedan en pie y entrar en el taller de un calafateador, artesano de las embarcaciones tradicionales. También es parada obligada la lonja, donde se puede comprar el pescado traído de las aguas de la Albufera. En El Saler, otro de los pueblecitos de la Albufera, sus playas, restaurantes y alojamientos ofrecen la oportunidad de adentrarse en el mundo que noveló Blasco Ibáñez en Cañas y barro. Un oasis costumbrista a sólo 11 kilómetros de la moderna ciudad de Valencia.

GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar:

La Albufera está situada a 11 kilómetros de la ciudad de Valencia en dirección sur, a través de la carretera de El Saler (CV-502). Además de la línea regular de autobuses a El Saler (tel. 963 49 12 50 y www.autocaresherca.com), desde la capital del Turia se puede viajar cómodamente en el Bus Turistic (www.valenciabusturistic.com y tel. 963 41 44 00), que incluye un paseo en barca por la albufera en una excursión de alrededor de dos horas de duración.

Paseos en barca:
La empresa Albufera Parc (www.albuferaparc.com y tel. 666 67 29 74) propone excursiones en barca durante todo el año, así como demostraciones de pesca tradicional entre los meses de octubre y febrero por unos 10 euros por persona. También ofrecen la posibilidad de realizar excursiones guiadas a la isla de El Palmar, que incluyen comida y visitas a la barraca, al taller de embarcaciones y al Museo Etnológico.

Más información:
Turismo de Valencia www.turisvalencia.es

Dónde dormir:
En el Parador El Saler (avenida Pinares, 151, tel. 961 611 186 y www.parador.es), con uno de los mejores campos de golf de la zona, entre 90 y 250 € la habitación doble. También en el hotel exclusivo Sidi Saler (playa de El Saler, 961 61 04 11 y www.sidisaler.com), desde 150 € la doble y hasta 1.000 € la suite presidencial.

Dónde comer:
El restaurante Sequer de Tonica (tel. 961 62 02 24) o L’Andana (tel. 961 62 00 19), en la Isla de El Palmar, ofrecen comida típica de la Albufera. Casa Carmina (tel. 961 83 02 54), en El Saler, tiene fama de servir los mejores arroces de Valencia. Y en Racó de L’Olla (tel. 961 62 01 72) se puede degustar la mejor gastronomía valenciana en pleno lago de la Albufera.

En La Albufera y alrededores no se pierda
Un atardecer en la Isla de El Palmar, donde se pueden escuchar los sonidos de la noche del lago en calma. También la playa de El Saler, en un entorno de extensos campos de arroz, carrizos y naranjos, y de agua mansa y cristalina. Y, por supuesto, la visita a Valencia, una de las ciudades más atractivas de España, a sólo 11 kilómetros de la Albufera, donde es imprescindible conocer la moderna Ciudad de las Artes y las Ciencias y la Lonja, la mayor representación valenciana del gótico civil, declarada Patrimonio de la Humanidad.

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