En busca del tesoro por los mercadillos de Londres

Abren todo el año, pero durante el corto verano de Londres sus mercadillos se convierten en una tentación irresistible. ¡Y con la libra por los suelos!

by hola.com

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Mercadillos tan famosos como los de Camden y Portobello han pasado a ser un icono de la capital británica comparables, o casi, al Big Ben, los musicales del West End, el cambio de guardia del Palacio de Buckingham o los desayunos con salchichas y porridge. Su ambiente los convierte en un escenario perfecto para pulsar las idas y venidas de esta inmensa y siempre sorprendente ciudad, con venerables abuelitas de moño y bastón cruzándose entre sus puestos de baratijas, verduras, moda y prendas retro con punks de cueros y crestas, turistas de medio mundo, rastas o shijs coronados con turbantes.

Las antigüedades del de Portobello o la ropa, setentera o a la última, los incunables de vinilo que pueden aparecer rebuscando entre los puestos de discos viejos o las mil y una locuras que habitan en el inmenso mercadillo de Camden  no son un secreto para casi nadie. Pero también hay otros más anónimos, apetecibles sobre todo para quienes ya conocen Londres y no necesitan trazarse el itinerario típico de “la primera vez”. Salir a descubrir estos mercados menos trillados, muchos de ellos dispersos por los barrios del East End, resulta un plan especialmente tentador en estos meses de verano Y más aún con el cambio de la libra más bajo que nunca, que permite concederse algún que otro capricho a precios mucho más abordables de los que nos tiene acostumbrados la prohibitiva Londres.

El de Spitalfields, por ejemplo, cubierto por una estructura acristalada y en activo desde 1638, está hoy consolidado como una de las mecas de la creatividad londinense. Jóvenes diseñadores de ropa, joyas y accesorios despachan sus prendas en sus puestos y tienditas aledañas al mercado, en el que hacer un alto para comprar o tomarse allí mismo especialidades gastronómicas de medio mundo.

Muy cerca, entre trastos viejos, ropa barata o de segunda mano y, en realidad, un poco de todo, los aromas de curry de los populares restaurantes indios y de Bangladesh revolotean sobre el rastro dominguero de Brick Lane  que, con su atmósfera multiétnica, resume la esencia del East London. Dentro de éste, el Sunday Up Market  propone en las mañanas de domingo otro encuentro con multitud de originales creadores , amén de con una sección gastronómica a la altura del más osado de los viajeros: desde sushis y makis preparados allí mismo hasta platos marroquíes, delicias turcas, noodles tailandeses e incluso tapas de paella para quienes añoren los sabores patrios.

No muy lejos, entre cafés y tienditas curiosas, el Columbia Road Flower Market  se convierte cada mañana de domingo en un oasis de color, con una fragante sucesión de puestos de flores, plantas y absolutamente de todo para la pasión más confesable de los ingleses: la jardinería. Mientras, el de Petticoat Lane, abierto a diario salvo los sábados, se desborda los domingos por las calles entre Middlesex y Wentworth Street con miles de puestos en los que encontrar absolutamente de todo: desde telas dignas de las 1001 Noches a precio de ganga hasta electrónica o ropa de cuero.

Y si tienes todavía tiempo para seguir explorando, en Greenwich Market, a unos 20 minutos de Central London, aguardan nuevas maravillas, con artesanía y anticuarios en los que dar con verdaderas joyas a buen precio cuando uno se aparta de sus calles más transitadas, al igual que en el Bermondsey Market, donde entre trastos y baratijas encontrar, con suerte y paciencia, algún verdadero tesoro entre los puestos que sus chamarileros comienzan a instalar en la madrugada del viernes.

Más información: www.visitbritain.es y www.visitlondon.com

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