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Puede que ya sepas que el ‘ABC’ para un cutis radiante es la limpieza, la exfoliación y la hidratación. Cada uno de estos aspectos es muy importante pero el paso fundamental para realmente tener un rostro radiante, terso y con aspecto limpio es la eliminación de las células muertas de la piel responsables de un cutis con apariencia cansada y envejecida. Y es que lo normal es que con el pasar de los años el cuerpo vaya disminuyendo la producción de las sustancias que naturalmente participan en el mantenimiento de los procesos que necesita para vivir: las enzimas.
Los científicos se han dado cuenta de la acción de éstas en la piel y de cómo aprovechar a través de la cosmética las que se encuentran en forma natural en el ser humano, desarrollando en los laboratorios estos activos cosméticos para reproducir sus beneficios .
¿Qué son las enzimas?
Son proteínas que facilitan la interacción entre las moléculas e incrementan la velocidad de reacción en los procesos vitales del cuerpo. Los tratamientos con enzimas son los más novedosos y no son agresivos; “son herramientas útiles en la actualidad para el área de medicina estética y dermatológica, su desarrollo (se debe) a los avances en la biología molecular que han permitido sintetizar proteínas recombinantes con funciones altamente específicas”, declaró la doctora Zulay Rivera, internista, dermatóloga clínica, quirúrgica y estética, a descifrado.com.
Es por eso, que en la cosmética el uso de enzimas es la clave para obtener los mejores resultados, desde tónicos, exfoliantes y productos antienvejecimiento, su objetivo se concentra en potenciar o inhibir la acción de determinadas enzimas. Las más usadas en las fórmulas cosméticas son la papaína (obtenida de la papaya) la enzima de la calabaza y la bromelaína (extraída de la piña).
¿Cómo elegir un exfoliador apropiado?
Existen numerosos métodos de exfoliación, desde los más caseros como azúcar morena o café, conocidos como exfoliantes físicos porque eliminan las células muertas de la piel manualmente, hasta los exfoliantes químicos que incluyen ácidos y enzimas cuya acción disuelve las proteínas que mantienen las células muertas adherida a la superficie de nuestra piel.
Lo más recomendable es usar productos a base de enzimas de frutas porque son muchísimo menos agresivos que los ácidos y son ideales para personas con pieles sensibles. La acción de la enzima es suave pues solo disuelve la piel muerta sin necesidad de frotarla: más específicamente descompone la proteína de queratina unida a la piel muerta, la levanta para dar paso a las vivas y saludables que están debajo, generando un efecto de piel radiante. Por eso te presentamos una selección variada especial para pieles sensibles.
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