Como cualquier chica a punto de contraer matrimonio, Thalía tenía la ilusión de elegir al diseñador que haría su vestido y ese fue nada más y nada menos que Mitzy. Según sus propias declaraciones a Univision, esta decisión no fue del agrado de Tommy, pero al final terminó cediendo. El productor musical pagó por el vestido y los accesorios, así como por la fiesta completa, además de los gastos del llamado ‘Diseñador de las Estrellas’ cuando este tenía que viajar a Estados Unidos para ver con Thalía los detalles de su traje de novia. “Incluso costeó todos los viajes ida y vuelta que tuve que hacer a Nueva York durante un año, con tal de que ese vestido quedara perfecto”, indicó.