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Son muchas las razones para admirar –y envidiar– a Kim Kardashian, y una de ellas es, definitivamente, su habilidad para resaltar la figura gracias al vestuario. Lo cierto es que la empresaria tiene un truco effortless, pues parece haber conseguido la característica idónea en sus vestidos para ello.
En muchas de sus apariciones, los outfits de Kim cumplen con un patrón común: dresses ajustados al cuerpo con fruncido frontal –o lateral en algunos casos–. Se trata de una técnica de costura que consiste en aportar textura a la silueta del vestido por los pliegues que lo conforman, al tiempo que se adapta ‘como un guante’ a la zona del cuerpo que cubre.
Este rasgo resulta increíblemente favorecedor pues el fruncido disimula abdomen, marca la cintura y pronuncia las caderas si lo que deseas es sacarle partido a tu silueta. La prueba de su estilizador efecto la tiene la celeb en sus looks:
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