Ya desde nuestra tierna infancia escuchábamos a los mayores hablar de que el día debería tener más de 24 horas. Esta es una afirmación extraña, porque aquello que no puedas hacer hoy, bien lo podrás hacer mañana. Sin embargo, cuando llegas a la edad adulta te das cuenta de que sí, de que al día le faltan horas, y a la semana días.
25/02/2019 12:11 UTC Por Cristina Soria