La capital checa es famosa no sólo por su bella arquitectura, sino también por los artistas e intelectuales que buscaron inspiración tomando una taza de café. A los locales históricos, preferidos de literatos y poetas como Nezval, Seifert o Kafka, se suman hoy modernas cafeterías de diseño y espacios ‘bio’.
30/03/2011 10:46 UTC Por ¡HOLA!