La isla de los misteriosos talayots, de las aguas más transparentes, de verdes pinares y extraordinarios fondos marinos, refugio de piratas y de los hippies más idealistas, es también el lugar de los más bellos atardeceres.En una calita recóndita, acariciada por la suave luz mediterránea y con el viento susurrando historias antiguas, es donde mejor se puede apreciar la perfección de Menorca, un paraíso para los que van en busca de naturaleza virginal
05/08/2009 13:39 UTC Por ¡HOLA!