Sí, sin mapa, porque la Strada Statale 163, encajonada entre la montaña y el mar, da poca opción a perderse. A cambio despacha uno de los tramos costeros más soberbios de la Europa mediterránea, en los que ir recalando a voluntad por esos exquisitos pueblos que son la esencia misma de la 'dolce vita'.
04/07/2011 12:47 UTC Por ¡HOLA!