A través de un rosario de fabulosos palacios reconvertidos en hotel es posible asomarse a la desmesura de lujos de la que se rodeaban los amos y señores del norte de la India hasta bien entrado el siglo XX. Instalado en cualquiera de ellos es fácil soñarse maharajá por un día.
04/03/2013 12:45 UTC Por ¡HOLA!