La envidia, la vergüenza, el odio o la vanidad, son algunas de las emociones que llevamos impresas en nuestro ADN desde hace siglos y que, nos guste o no, juegan un papel determinante también en nuestras relaciones laborales. Pero, ¿qué hacer cuando una mala gestión de las emociones pone en peligro nuestra salud mental y nos hace acabar en la consulta del psicólogo?
27/02/2018 12:27 UTC Por JULIA GIRÓN