Cuando nos enfadamos, nos imaginamos haciendo cosas que nunca llevaríamos a cabo. En esos momentos de enfado, no respondemos a las normas que rigen nuestros pensamientos, comportamiento o decisiones. Estas condiciones, aunque nos sorprenda, pueden ser muy positivas para el pensamiento creativo. ¡Nuestra imaginación está a pleno rendimiento! Aprende a canalizarla.
03/11/2016 14:01 UTC Por Irene García Calvo, psicóloga CogniFit