
El mar también fue protagonista en este enlace, en el que los novios quisieron que todos los elementos relacionados con su ciudad, Gijón, estuvieran presentes.
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Tras doce años de relación, Cristina y Álvaro decidieron dar el gran paso y el pasado 20 de mayo se dieron el ‘sí, quiero’ en la iglesia de San Pedro, Gijón.
Fue una boda llena de detalles con gran significado. Tanto la iglesia como el lugar de la celebración, el Club de Regatas, se eligieron porque son localizaciones representativas de la ciudad asturiana, además el mencionado club estaba muy ligado al padre del novio.
Ejercieron como testigos por parte de la novia una de sus cuñadas y dos de sus mejores amigas y por parte del novio sus tres mejores amigos, los mismos que estuvieron con él mientras se vestía. Los padrinos fueron, tal y como manda la tradición, el padre de la novia y la madre del novio.
El día se construyó a base de momentos inolvidables: el vídeo que las amigas de la novia les prepararon, el discurso de uno de los amigos del novio, la salida de la iglesia con todo el confeti volando por los aires o la última canción del baile, 'Asturias' de Víctor Manuel, que bailaron rodeados por todos los invitados… Pero sin duda uno de los más emotivos fue la entrada de la novia en la iglesia, justo en ese instante, a Álvaro le dio una bajada de tensión y tuvo que sentarse, nos cuenta Cristina entre risas.
La pareja escogió sus ‘looks’ cuidadosamente para uno de los días más importantes de sus vidas. Él optó por chaqué de Scalpers, reloj de Tag Heuer, los gemelos de oro y la corbata de su padre, para que de alguna forma lo acompañase en ese día. Cristina diseño su vestido junto a su madre y lo encargaron a una modista de confianza. Juntas dieron forma a todos los detalles del estilismo: una medalla de la Virgen de Covadonga en recuerdo de su abuela, el velo de su prima Mayi, los botones de colores a juego con los zapatos de Pura López que había comprado un año antes y la corona que encargó a Eva Vidal, que hacía su estilismo de novia diferente y muy personal. El maquillaje corrió a cargo de Laura Gesto.
Las invitaciones fueron encargadas a ‘Le Suite 64’, Cristina nos cuenta que querían una ilustración personalizada tipo dibujo animado y que de fondo estuviera representado Gijón. “Sin duda fue el mejor día de nuestra vida y ahora tenemos el mejor recuerdo gráfico gracias a los mejores fotógrafos, Tecueme Studio”, recuerda la novia.


El mar también fue protagonista en este enlace, en el que los novios quisieron que todos los elementos relacionados con su ciudad, Gijón, estuvieran presentes.
En la imagen se pueden apreciar los detalles de botonadoras de colores en la espalda y en los puños del vestido de Cristina, algo que lo hace muy especial.
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La novia encargó realizar una medalla de la Virgen de Covadonga, junto a las iniciales de los novios y la fecha de la boda, en recuerdo de su abuela. Para que le acompañara en este día tan especial se la prendió en el faldón de su vestido.
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Cristina eligió un faldón de encaje para que se viera junto a sus zapatos de novia, que los firma Pura López.
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Cristina tenía claro que quería un vestido con una gran cola: "Solo me voy a casar una vez y nunca más tendría esta opción".
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El novio con sus tres mejores amigos, quienes le acompañaron mientras se vestía.
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Un momento entre amigos, antes de la celebración del enlace.
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Otro detalle divertido, fueron los calcetines de los amigos del novio, con sus nombres y la fecha del enlace.
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La sonrisa de Cristina refleja la felicidad que sintió ese día.
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Las arras eran de la familia de la novia, al igual que la cesta de plata donde se transportaban sobre un pañuelo. Todo el conjunto fue usado por los padres de Cristina en su boda y perteneció a su abuela. Cristina cuenta que su madre llevó a bordar las iniciales de los novios sobre el pañuelo y manifiesta su esperanza de que vata pasando de generación en generación y aumentando las iniciales que van bordadas en él.
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Plano del interior de la iglesia de San Pedro, donde se celebró el enlace.
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Durante la ceremonia religiosa hubo espacio para las risas.
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Los padrinos fueron la madre de Álvaro y el padre de Cristina.
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Primera imagen como marido y mujer de Álvaro y Cristina.
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Un momento durante la celebración, Cristina y Álvaro bailan abrazados.
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Las invitaciones, personalizadas al estilo 'cartoon', fueron realizadas por 'Le Suite 64'.
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Detalle del 'catering' del que disfrutaron los invitados.
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Los invitados posan con la novia.
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Ahora, las invitadas posan con el novio.
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Una mirada que lo dice todo. Sin duda, Álvaro y Cristina podrán recordar siempre su día gracias a los momentos captados por Tecueme Studio.
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Detalle del 'sitting' que se situó en un biombo de mimbre.
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Para el ramo, nos cuenta Cristina que quería algo como 'recién cogido del campo'. El día antes de la boda fue a Floral Gala donde le confeccionó el ramo Alicia. El día de la boda, dividió la composición floral en tres partes para entregarle una a cada una de sus cuñadas.
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