La melódica boda de Teresa y Francisco

Los caminos de Teresa Gómez y Francisco Serrano se cruzaron en Kingston (Inglaterra) cuando apenas tenían 18 y 17 años, respectivamente. Habían viajado hasta este país para realizar un curso de inglés, pero su relación no traspasó las puertas de la clase donde estudiaban.

Tuvieron que pasar 14 años para que Teresa y Francisco se volvieran a ver, por casualidad, en el cruce de un semáforo en el barrio madrileño de la Latina. Desde aquel momento, no se han vuelto a separar.

Con motivo del cumpleaños de Francisco, Teresa decidió regalarle unas entradas para ver la actuación de uno de sus grupos favoritos, the XX, en Brighton (Inglaterra), volviendo así al país donde se conocieron. Al finalizar el concierto, la pareja acordó que, si algún día se casaban, su música sería la elegida para amenizar la ceremonia. No hicieron falta declaraciones o pedidas de mano: en cuanto regresaron a España, comenzaron a preparar su boda, y, lo que en un principio habían ideado como un acto íntimo, se convirtió en una gran fiesta que compartieron con sus familiares y amigos más cercanos.

Así, el pasado 11 de noviembre Teresa y Francisco se daban el ‘sí quiero’ en el Cortijo de Mónico, en Madrid, en la que fue una conmovedora ceremonia que ofició un amigo de ambos, Óscar Porras.

En su gran día, la novia optó por un vestido cuyo diseño firmaba Lucía de Miguel Design, que combinó con algunos accesorios muy personales, como el reloj de oro que heredó de su abuela materna o los pendientes de oro y brillantes, que tienen nada menos que cien años y que pertenecieron a su bisabuela.

Al ser la música la gran pasión tanto de Teresa como de Francisco, los dos eligieron cuidadosamente cada uno de los temas que sonaron durante la recepción de invitados, el cocktail y la cena.

Una velada muy melódica que dejó también inolvidables momentos como la canción 'Escápula' que interpretó el padrino y hermano de la novia, Fernando, y que dejó sin palabras a los propios novios y a sus invitados.