Las prendas de lana son perfectas para el invierno. Son calentitas, bastante gustosas si sabes dar con el tipo de lana apropiado y, además, si las cuidamos bien, muy duraderas. En invierno, deberían ser la base de nuestro armario para protegernos de las temperaturas más frías. De hecho, es con esta función como nos podemos dar cuenta de si una lana es buena o no. Y, si es buena, queremos que nos acompañe para siempre.

Para ello, hay que darles un lavado y secado especial. Después de un fin de semana viendo, tocando y hablando de lana en Love Yarn Madrid, el evento anual para los amantes de este producto, tengo la información suficiente como para crear una pequeña guía de cuidados para prendas de lana que os comparto.

Trucos, consejos y productos para cuidar tu prenda de lana y que siempre esté como nueva

Un detergente 'friendly': Detergente líquido BioBel

Un detergente 'friendly': Detergente líquido BioBel

Lana es un tejido de fibra natural muy resistente y flexible, pero necesita de cuidados al lavarla para conservar su suavidad. Y, en el proceso de lavado, se resumen en dos: nada de programar la lavadora con temperaturas elevadas ni utilizar productos con cloro.

Por eso, la recomendación de la mayoría de los fabricantes es lavar la prenda a mano, salvo que en su etiqueta te indique que puedes hacerlo a máquina. En este caso, programa siempre un lavado corto, sin centrifugado y sin temperatura.

Por otro lado, sea a mano o en la lavadora, el detergente elegido debe ser específico para prendas delicadas, como el detergente líquido Biobel.

Es un producto enriquecido con jabón natural y aceite esencial de lavanda, sin fosfatos ni colorantes, por lo que no necesita de suavizante y, además, es muy eficaz a bajas temperaturas.

Y, muy importante, ¡nunca dejes la prenda a remojo! Es mejor frotar suavemente, varias veces, aclarar con agua fría y retirar todo el agua.

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Un tendedero para prendas en horizontal: Rörets Tendedero compacto

Un tendedero para prendas en horizontal: Rörets Tendedero compacto

Para secar tus prendas de lana, lo mejor es escurrirlas sin retorcer ni apretar y, después, ponerlas a secar en horizontal sobre una superficie plana. De esta forma, evitas que se estiren o deformen demasiado por el peso de la lana mojada si las colocas en vertical.

Para ello, puedes utilizar un tendedero como éste de Rörets, ligero y compacto (no te robará demasiado espacio) y con las cuerdas de acero inoxidable lo bastante juntas como para no dejar marcas. Aún así, puedes poner una toalla debajo.

Cuenta con una percha para facilitar su almacenamiento, pies antideslizantes por si quieres ponerlo dentro de tu plato de ducha o bañera, sin estropear su esmalte, y es muy robusto, no se vence con facilidad.

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Una plancha vertical para no presionar: Philips Serie 3000 Plancha vertical

Una plancha vertical para no presionar: Philips Serie 3000 Plancha vertical

El siguiente paso es el planchado, para lo que, de nuevo, la temperatura es nuestra gran enemiga. La plancha no debe estar muy caliente y, además, debes evitar un contacto directo con la lana o no presionar demasiado, pues solo conseguirás generar marcas y brillos en el tejido.

Por eso, como las arrugas no suelen ser muy marcadas, te recomiendo una plancha vertical. La plancha vertical Philips Serie 3000 es compacta, ligera (apenas pesa 890 gramos) y con muy buenos resultados.

Tarda tan solo 30 segundos en estar preparada para ser usada y destaca porque es capaz de producir vapor continuo a una velocidad de 20g/min. 

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Mallas protectoras de planchado: Outus Almohadilla de Tela de Planchar

Mallas protectoras de planchado: Outus Almohadilla de Tela de Planchar

Si no cuentas con una plancha vertical, puedes utilizar un truco: colocar un pañuelo fino o una malla protectora de planchado como éstas de Outus para hacer de intermediario entre la plancha y tu prenda de lana.

Este paquete incluye varios paños para planchar de 60 x 40 centímetros, es decir, lo bastante grande como para no tener que ir colocándolo constantemente.

Están fabricados en poliéster y malla de red, dejando pasar el vapor y el calor, pero sin que tu prenda sufra sus efectos directos. Se pueden lavar a máquina tras cada uso para que queden perfectos para el próximo uso.

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Un producto antipolillas pero natural: KAHEIGN 50 Bolas Madera De Cedro

Un producto antipolillas pero natural: KAHEIGN 50 Bolas Madera De Cedro

Las polillas son grandes enemigas de las prendas de lana, por lo que es muy importante, si tienes muchas, encontrar un producto que te ayude a luchar contra ellas. Nunca habías visto una hasta que la ves.

A mí me gustan las bolsitas que vienen con bolas de madera de cedro o de lavanda, al ser un producto natural, como éstas de KAHEIGN. Están hechas de una madera de cedro rojo aromático 100% natural, sin químicos tóxicos.

Aunque, lo más importante, (truco de experta) es que nunca guardes un jersey estando sucio o con algún tipo de mancha, por pequeña que sea, o en algún lugar donde sea fácil que se acumule el polvo. ¿Un ejemplo? Debajo de la cama.

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Un quitapelusas para utilizar de vez en cuando: Quitapelusas Philips GC026

Un quitapelusas para utilizar de vez en cuando: Quitapelusas Philips GC026

Por último, cuando aparecen bolitas en nuestra prenda de lana significa, o bien que ya tiene bastantes años o bien que le estamos dando mucho uso. Pero tú no quieres deshacerte de ella.

Por eso, invertir en un quitapelusas es importante, puesto que consigue eliminar esas bolitas y dejar la prenda como nueva, sin marcas. De hecho, si la lana es buena, la fibra debería volver a su forma sin problemas.

Uno de los más recomendados es Philips GC026, con un cabezal de afeitado grande que, con pocas pasadas, consigue grandes resultados. Los tres tamaños de orificio van recogiéndolas todas. El recipiente que las recoge se extrae y se vacía facilmente.

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