Plan de acción frente a las varices

Útiles consejos frente a este problema vascular, que suele empeorar en los meses de calor

Por hola.com

Suben las temperaturas, y una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre los efectos del calor son las piernas. En los meses de calor, las personas con Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), cuya manifestación más visible se conoce popularmente como varices, ven cómo su problema se incrementa, algo preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que estamos ante una patología que afecta a entre el 10 y el 15% de los adultos en España, y especialmente a mujeres. Un problema que tiene, además, componente genético: “La IVC es la enfermedad más heredable conocida hasta el momento. El 97% de las personas que la padecen lo hacen por una carga genética. Este hecho hace que prevenirlas sea prácticamente imposible”, explica José Román Escudero, Director del Servicio de Angiología y Cirugía vascular del hospital de la Santa Creu i Sant Pau y presidente de la Asociación Cuida Tus Venas.

El Dr. Borja García de Bikuña explica que “la IVC afecta sobre todo a las mujeres a partir de los 35-40 años y su incidencia aumenta durante los embarazos”. Sin embargo, “prácticamente el 80% de las varices que aparecen durante el embarazo desaparecen tras el parto”, indica el Dr. José Román Escudero.

Calor, sedentarismo y obesidad, cóctel peligroso
Hay factores que influyen en el desarrollo de las varices. Así, la vida sedentaria, la obesidad, el calor y la ropa excesivamente ajustada son factores que agravan la IVC. Tampoco es conveniente permanecer quieto, sentado o de pie mucho tiempo. Esto se debe a que “al caminar, el movimiento de la esponja plantar -las venas de la planta del pie- se exprime y envía la sangre hacia los gemelos, que la bombean hacia el corazón”, explica el Dr. José Román Escudero.

Cuando una persona no se mueve la sangre sólo sube por la aspiración que realiza la parte derecha del corazón, pero no es suficiente -especialmente en personas mayores con insuficiencia cardiaca-. La sangre se va acumulando en el tobillo, que va aumentando su tamaño y se acaba produciendo una hinchazón. A la larga la piel se resiente y empiezan a aparecer pigmentaciones y endurecimiento. En los últimos estadíos, si la piel se estira demasiado, pueden producirse úlceras al romperse con el mínimo roce o incluso espontáneamente.

Varices durante el embarazo
Como decíamos, el embarazo es otra de las causas que puede provocar la aparición de varices. Durante esta etapa de la mujer, aumenta el volumen total de sangre en el cuerpo y el útero, al crecer, comprime las venas de drenaje de la pelvis, lo que dificulta el vaciado de la sangre de las piernas y provoca la dilatación de las mismas. Esto genera problemas de flujo que, en aquellas mujeres predispuestas genéticamente, dan como resultado las varices. Sin embargo, aproximadamente el 80% desaparecen tras el parto al eliminarse los factores que las causaban.

“Es fundamental que los pacientes reconozcan los síntomas, se cuiden y mantengan una buena adherencia al tratamiento. En este sentido es clave la colaboración entre médicos y farmacéuticos, que garantizan la mejor atención de los pacientes y un óptimo seguimiento a lo largo de su enfermedad”, comenta Dr. Borja García de Bikuña. Entre los síntomas más comunes están la pesadez de piernas, edema, tensión, dolor de estiramiento, calambres nocturnos, pesadez y desasosiego en las piernas

10 claves para prevenirlas
Teniendo en cuenta que en las próximas semanas las temperaturas vivirán su particular ascenso, FAES Farma recomienda prestar una especial atención al cuidado y tratamiento de las varices e indica una serie de consejos para ayudar a los pacientes a afrontar de una forma más saludable su enfermedad.
1. Evitar pasar mucho tiempo sentado, así como pasar también largos periodos de tiempo de pie.
2. Practicar ejercicio regularmente. Caminar, andar bicicleta o nadar facilita la circulación de la sangre y el retorno venoso.  Huir del sedentarismo.
3. En caso de que sea necesario, utilizar calzado ortopédico, especialmente adaptado con una forma de plantilla idónea.
4. Llevar zapatos con un tacón de entre 3 y 4 centímetros.  Evitar los tacones altos.
5. Utilizar medias de compresión que facilitan el retorno venoso.
6. Evitar la ropa ajustada, que puede dificultar la circulación venosa normal.
7. Mantener un peso adecuado. El sobrepeso y la obesidad agravan los síntomas de la IVC. Para conseguirlo, comer de manera sana e introducir alimentos ricos en fibra.
8. Evitar fuentes de calor directo.
9. Visitar periódicamente al médico y seguir sus instrucciones. Y contar también con la ayuda del farmacéutico como profesional sanitario cercano y aliado a lo largo de la enfermedad.
10. Mantener una correcta adherencia al tratamiento indicado por el médico.