'Últimamente, noto que aprieto los dientes, ¿qué puedo hacer?'

Te damos las claves para que actúes frente al bruxismo

Por hola.com

¿Notas que últimamente te duele la mandíbula sin razón aparente? ¿Te han comentado que, cuando duermes, haces ruido con los dientes? Tal vez no lo sepas, pero es posible que padezcas bruxismo. Si no habías oído hablar de esta afección de la boca, toma nota.

Existen personas que rechinan o aprietan los dientes con más frecuencia de lo normal, y es algo que sucede especialmente mientras duermen. En principio, no le damos demasiada importancia, pero si persiste y se convierte en un hábito puede dar lugar a un serio problema de importantes consecuencias. “El bruxismo es uno de los problemas más frecuentes que encontramos en los pacientes. Además, estamos detectando que el número de afectados está creciendo muy deprisa. Es fundamental, por ello, detectarlo cuanto antes y solucionarlo”, según explica Maty Jagani, de BeYourself.

¿Por qué se produce?
Aunque puede haber otras causas, lo cierto es que el estrés y la ansiedad juegan un papel importante y son habitualmente los causantes de esta afección que, dicho sea de paso, se estima afecta a casi el 20 por ciento de la población y que va en aumento.

Esta afección puede ser diurna o nocturna y el gran problema es que normalmente es un hábito inconsciente, por lo que muchos afectados ignoran e incluso niegan su existencia. “Para detectarlo es fundamental que el propio afectado o quienes conviven con él sean los que verifiquen una serie de síntomas, como dolores de cabeza, ruidos y problemas en los dientes…”, explica Javier Santiago Sánchez, especialista del Área Dental de BeYourself.

¿Cómo puedo detectar que tengo bruxismo?
La mayor parte de las personas que tienen bruxismo no lo saben, pues generalmente tiene lugar mientras duermen. Es muy importante, por ello, observar si tenemos alguna molestia. Estas son las principales señales de alarma para su diagnóstico:

1. Desgaste dentario, con un perfil de los dientes plano, liso y brillante, en dientes que no intervienen directamente en la masticación (incisivos y caninos).
2. Lesiones en forma de cuña en el cuello de los dientes.
3. Cambios en la anatomía dentaria (premolares y molares sin forma, fracturas…) y reducción del tamaño dentario.
4. Aumento de la sensibilidad dentaria.
5. Movilidades dentarias.
6. Cefaleas tensionales que cursan con dolores de cabeza y cuello que muchas veces son mal diagnosticadas como migrañas.
7. Dolor facial de origen no dental.
8. Fracturas de prótesis, implantes…
9. Ruidos en los dientes audibles por las personas que duermen con los afectados.

¿Se puede tratar?
Esta afección bien tratada siempre tiene solución.
-Si es leve... En caso de que la posición mala de los dientes sea muy leve, se puede realizar un pequeño ajuste de dichos dientes mediante un tallado selectivo. Que consiste en eliminar las interferencias entre los dientes de las arcadas opuestas con el fin de mejorar el cierre.
-Si el problema es mayor... Y especialmente para los pacientes que sufren la afección de noche, deben de ponerse un pequeño aparato llamado férulas de descarga. Su objetivo es relajar la musculatura oral y reposicionar la mandíbula de forma correcta, obteniendo unos contactos óptimos entre los dientes de ambas arcadas.

Para que estos pequeños aparatos funcionen correctamente es muy importante que los pacientes se lo coloquen diariamente. También que acudan periódicamente al odontólogo para su ajuste correcto a la semana de entregarlo, a los 15 días, al mes y a los seis meses. “Los primeros días puede notarse un aumento de la salivación, pero no tiene importancia. Hay que cepillarse los dientes antes de su colocación y lavar la férula al levantarse con un cepillo de uñas y jabón”, según explica Javier Santiago Sánchez de BeYourself.

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