Hipotiroidismo e hipertiroidismo, ¿en qué se diferencian?

El doctor Eduardo Junco Aguado nos da las claves sobre esta patología

Por hola.com
Hipotiroidismo
Cuando la glándula tiroides funciona de forma deficiente, produce poca tiroxina y da lugar a casos de hipotiroidismo. La hipofunción tiroidea se manifiesta en el adulto por una ralentización de la actividad física y mental. Su instauración suele ser lenta y progresiva, con cansancio, intolerancia al frío, apatía, somnolencia y ganancia de peso. Cuando evoluciona durante largo tiempo da lugar a un cuadro clínico conocido en medicina como ‘mixedena' caracterizado por piel muy seca, pelo ralo y quebradizo, edemas generalizados (ojos, manos y pies), calambres y rigidez muscular. Cuando el hipotiroidismo aparece en el lactante o desde el nacimiento da lugar a graves alteraciones físicas y mentales, cuando aparece en personas mayores puede aparentar rápido envejecimiento o depresión.

Hipertiroidismo
Por el contrario, la hiperfunción de la glándula tiroides da lugar al hipertiroidismo. El exceso de tiroxina circulante produce nerviosismo, aumento de la actividad física, insomnio, palpitaciones, taquicardia, sofocos, aumento de la sudoración, debilidad muscular, temblor fino, mareos e inestabilidad emocional. Esto suele acompañarse de diarrea, pérdida de peso, aumento del tamaño de la glándula tiroides y ojos saltones con mirada sorprendida. Muchas personas sanas, con un tiroides normal, tienen tendencia metabólica a que su glándula funcione en exceso o que lo haga con defecto.

Tratamientos
El tratamiento del hipotiroidismo se basa en la administración de tiroxina, hormona producida por la glándula tiroides. Esta terapia se llama ‘sustitutiva' y, en la mayoría de los casos, debe ser administrada durante toda la vida. La dosis ideal se obtiene por tanteo y observación periódica. Una vez establecida, el paciente no tiene ningún signo de enfermedad y puede realizar una vida completamente normal. Para el tratamiento del hipertiroidismo existen dos pautas diferentes. En ambos casos, tienden a limitar la cantidad de hormona tiroidea que la glándula puede producir. La primera consiste en el uso de medicación antitiroidea, que ejerce un bloqueo químico en la síntesis hormonal. La segunda posibilidad es la exeris quirúrgica de tejido tiroideo, limitando así la producción de hormona.