Este domingo se ha vivido uno de los acontecimientos más importantes del año para la Casa Real jornada: la boda a sus 26 años de la princesa Iman, hija de los reyes Abdalá y Rania, con el financiero venezolano de origen griego Jameel Alexander Thermiotis (28)

El Palacio Beit Al Urdun en Dabouq, el exclusivo distrito de Amman donde se ubica esta maravilla arquitectónica, se engalanaba para acoger la ceremonia en un día inolvidable para la Corte Hachemita

A las seis de la tarde en la capital del país (16:00 hora española) tenía lugar el enlace al que no faltaban familiares y amigos de los novios, además de otras personalidades de alta sociedad jordana, quienes compartían con ellos su emoción tras ver cómo se prometían amor eterno

La novia iba radiante con su tiara sobre un recogido de moño bajo, un espectacular traje blanco de diseño clásico con manga larga, transparencias en el escote, largo velo bordado y portando un ramo de flores

En primer lugar, el monarca y su esposa han recibido personalmente uno a uno a los invitados al enlace

Durante unos veinte minutos aproximadamente, se han ido saludando con dos besos o apretones de mano. La escena de bienvenida tenía lugar al aire libre a la entrada de palacio, un lugar rodeado por amplios jardines y preciosos almendros en flor

El centenar y medio de asistentes -entre los que no había miembros de Casas Reales europeas- iba desfilando por el camino que los llevaba hasta la luminosa sala principal. Entre ellos se encontraba el príncipe Hassan bin Talal, tío abuelo de la novia.

Sentados en primera fila, se encontraban los hermanos pequeños de la novia, la princesa Salma y el príncipe Hasem. Estaban junto a su futura cuñada, la arquitecta saudí Rajwa al-Saif

Tras la recepción ofrecida minutos antes, la Reina se unía a sus hijos y su 'nuera' mientras sus caras denotaban los nervios y la felicidad del momento

La familia de la novia, con la Reina a la cabeza, emocionados durante la ceremonia donde iba a producirse el 'sí, quiero'

El novio, Jameel Alexander Thermiotis, iba vestido muy elegante con su traje negro de chaqueta y corbata, camisa blanca y chaleco a juego de color gris

La imagen más esperada con la llegada de la novia, Iman de Jordania, a palacio. En la secuencia, retransmitida en directo por el canal Jordan TV, la hija de los Reyes aparecía caminando del brazo de su hermano, el príncipe Hussein

Tras alcanzar el interior de la sala, la Princesa se sentaba al lado de su prometido para comenzar con la liturgia de casamiento. Todo bajo la atenta mirada de su padre, el rey Abdalá, que estaba en otra silla muy cerca de ellos

Los novios se han dirigido a saludar afectuosamente a los invitados, y la novia se fundía en un cariñoso abrazo con su hermano

También ha sido muy emotivo ver el abrazo de la princesa Iman con su madre, Rania de Jordania

El ya matrimonio accedía a otra dependencia del palacio donde se celebraba el convite, donde sobresalía una gigantesca y deliciosa tarta de nata en la que podían contarse hasta seis pisos

Espada en mano, la pareja de enamorados se ha inmortalizado cortando una porción del imponente pastel para dar paso a la fiesta de música y baile de la que todos han disfrutado