Sentada a la izquierda del Rey durante la ceremonia en el Palacio Real de Rabat, Khadija de Marruecos saludó como quien no lo ha hecho una sino mil veces a los profesores y funcionarios que fueron presentándose uno tras otro ante los tres miembros de la Familia Real marroquí para recibir la medalla del Trono.

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Lalla Khadija vistió para su debut oficial una casaca militar como la que ha llevado alguna vez la reina Letizia, unos pantalones rectos y unos zapatos con unos centímetros de tacón.

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Lalla Khadija parece llamada a llenar el enorme vacío dejado por su madre, que tanto hizo por revolucionar el tradicional papel de la mujer árabe.

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El bautismo de fuego de lalla Khadija en esta ceremonia en particular, de toda la gama de compromisos a disposición, ha sido interpretado por la prensa local como la apuesta personal del monarca por la escolaridad de los más pequeños.

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