El príncipe Daniel de Suecia participó este jueves, 5 de octubre, en una jornada de lo más especial en el municipio de Järfälla, en el condado de Estocolmo. Estuvo con un grupo de escolares disfrutando de una jornada escolar con motivo de las Olimpiadas Especiales en las que se atrevió a participar en un montón de deportes como kárate, hockey, tenis, en unas imágenes sorprendentes, muy diferentes a los actos protocolarios de Palacio. De esta manera, el príncipe sigue demostrando su buena forma física ya que, antes de casarse con la heredera al trono sueco, era entrenador personal y empresario de varios gimnasios. 

En la fotografía, el príncipe apuntando con un arco, ante la atenta mirada, y las directrices de uno de los instructores de la jornada deportiva. 

NO TE PIERDAS LA  FOTOGALERÍA DEL PRÍNCIPE DANIEL PRACTICANDO VARIOS DEPORTES CON ESCOLARES 

El Día Escolar de las Olimpiadas Especiales es una jornada deportiva adaptada al nivel de los estudiantes en el que tienen la oportunidad de probar y practicar diferentes ejercicios. Esta iniciativa está organizada entre el colegio, las asociaciones locales y la organización regional especial de las Olimpiadas.

Vestido de manera informal con pantalones y jersey de cuello redondo en azul marino, camisa celeste y zapatillas, el marido de Victoria de Suecia, con quien se casó en 2010, demostró su destreza jugando a una modalidad muy parecida al hockey en el que el stick acaba en una cesta y se juega con pelota, en lugar de con disco. 

Daniel Westling demostró en esta jornada que es un príncipe todoterreno y no dudó en tumbarse en el suelo para probar su puntería con el tiro con escopeta. 

Las Olimpiadas Especiales son una organización mundial que se dedica a desarrollar actividades deportivas para personas con discapacidades del desarrollo. Daniel de Suecia también hizo gala de su destreza con la raqueta en la cancha de tenis, demostrando que, aunque ya no ejerce de entrenador personal, sigue estando en plena forma. 

Ante la atenta mirada de los fotógrafos, Daniel se atrevió a ponerse el kimono y descalzarse para participar en un combate de artes marciales, en el que se le vio de lo más profesional.  

Este entrenador y empresario conquistó a la heredera al trono de Suecia en 2003. Tras un largo noviazgo de siete años, la pareja se casó en 2010. En su camino para convertirse en príncipe Daniel Westling tuvo que cambiar su imagen, aprendió sobre protocolo y recibió conocimientos amplios sobre Suecia y sus relaciones internacionales. Aunque ya no se dedique al deporte de manera profesional, sigue demostrando su buen estado de forma.