Victoria de Suecia y su prometido, Daniel Westling, encarnan la imagen idílica de la felicidad, pero poner final feliz a su historia de amor no ha resultado fácil. Los más cercanos a la pareja conocían con certeza el largo camino que han recorrido para llegar a este momento de dicha, los demás lo sospechábamos. Le han precedido muchas discusiones y reflexiones en el seno de la Casa Real hasta que la princesa Victoria finalmente lograra convencer a sus padres de que Daniel era el apropiado para ella, ha reconocido la propia Princesa en Victoria: Reina con el tiempo, una biografía escrita por Herman Lindqvist, su profesor particular de Historia durante años, y que se publicará el 17 de noviembre en el país escandinavo.
Las reticencias de los soberanos al compromiso de su hija con Daniel eran de sobra conocidas. Los medios de comunicación suecos han escrito durante años acerca de las supuestas dudas de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, especialmente del primero, pero por primera vez una confirmación pública de la propia Princesa respalda los rumores: "Mis padres estaban preocupados por mí y por Daniel. Querían estar seguros de que iba a tener el mejor apoyo posible para mi trabajo, ahora y en el futuro. ¿Cómo podían saber que Daniel podía dármelo? ¿Cómo lo iba a hacer?", explica Victoria de Suecia en un extracto adelantado por la revista Svensk Damntidning.
Otra de las revelaciones de esta biografía se refiere a las molestias que Daniel, de 36 años de edad, sufrió durante la rueda de prensa del compromiso a causa de su enfermedad renal: "Muchos periodistas escribieron que Daniel parecía aquel día nervioso y tenso; era lógico teniendo en cuenta la situación. Nadie tenía ni idea del esfuerzo que supuso para él esa aparición ante los medios, porque justo entonces había empeorado mucho su hemograma. Durante la entrevista, su estado fue a peor, pero aguantó. Entonces estaba muy medicado".
