Una boda es una de esas noticias que apetece gritarla a los cuatro vientos, compartirla con los seres queridos y festejarla por todo lo alto, y que, por supuesto, contagia de alegría a todos. Eso mismo han hecho la princesa Victoria y su prometido, Daniel Westling, desde que anunciaran el pasado 24 su compromiso oficial y su futuro enlace para el verano de 2010: no han parado de celebrarlo con los suyos ni de exhibir su enorme felicidad.
Un paseo de la mano por los bosques nevados del complejo del palacio de Drottningholm, residencia de la [Familia Real sueca] en Estocolmo, ha sido su primera salida juntos después de dos días de fiesta. "Hemos dado un paseo precioso. Somos tan felices", declaró la pareja al diario Aftonbladet, sin soltarse ni un solo momento, justo en el mismo lugar donde Daniel le pidió matrimonio a la Heredera al trono sueco. "Todo marcha tan bien", dijo la [princesa Victoria], mientras Daniel agradeció todas las felicitaciones recibidas y declaró que la pareja era "muy feliz". La princesa Victoria reveló que la celebración del día anterior en el palacio de Drottningholm había sido tranquila y que únicamente había reunido a los 40 amigos más cercanos a la pareja, mientras que un día antes habían acudido al castillo las familias de los prometidos.
Aunque ya había habido una cena familiar más reducida el mismo día 24 en palacio, no todos pudieron acudir a ella. Ni el príncipe Carlos Felipe, que se encontraba en Alnarp, al sur del país, donde cursa estudios de agricultura este semestre, ni Anna Westling, hermana de Daniel, tampoco por enfermedad de su hija. De ahí la idea de organizar una nueva cena para reunir esta vez sí al completo a las familias de los prometidos. La [princesa Magdalena] estuvo acompañada por su novio, Jonas Bergström, mientras que el [príncipe Carlos Felipe] llegó solo, ya que su pareja, Emma, estaba en cama con fiebre, según explicó una fuente al diario Expressen. No obstante, ella llamó por teléfono a la pareja para darle la enhorabuena. Entre los invitados a palacio -aparte de padres y hermanos- figuraron la princesa Cristina -tía de Victoria-, con toda su familia; Carl Johan Bernadotte y su esposa Gunnila, tíos abuelos de la Heredera; y la princesa Desirée y su pareja, Niclas Silfverschiöld.
La princesa Victoria contó con el apoyo de su hermana, la princesa Magdalena y especialmente su madre, la reina Silvia, habitualmente encargada de planear estos eventos, para organizar todos los detalles de la velada. La pareja dio la bienvenida a los invitados junto a las escaleras de la entrada principal al palacio de Drottningholm. Luego se sirvió champán; el rey Carlos XVI Gustavo pronunció un discurso en honor a la pareja, y se celebró el magno acontecimiento en uno de los salones de palacio. Para cerrar la velada y abrir una nueva página.
