Boda real de la princesa Victoria y el empresario Daniel Westling

La Casa Real sueca ha anunciado hoy el compromiso de la Heredera con su novio desde hace más de siete años

Por hola.com

Las redacciones suecas (y de medio mundo) se encontraban esta mañana en estado de alerta a la espera de un inminente comunicado en el que la Casa Real sueca anunciaría oficialmente la boda real de la [princesa Victoria] con su novio, Daniel Westling, para el próximo año. Los medios de comunicación del país escandinavo anunciaban a los cuatro vientos que esta misma tarde los reyes Carlos Gustavo y Silvia y su primogénita se reunirían en un consejo con el Primer Ministro, Fredrik Reinfeldts, para hacer público el compromiso y la fecha del enlace de la Heredera, de 31 años, con el empresario, de 35, con el que comenzó a salir en 2002.

Pues bien, habemus boda real en Suecia a principios del verano de 2010. Finalmente han visto la luz los fervientes deseos de los suecos de asistir al enlace de la [princesa Victoria], la única Heredera de Europa soltera, con Daniel Westling. El primer matrimonio real en Suecia en más de treinta años. Así que los rumores matutinos de este anuncio de compromiso desataron una explosión de alegría tal, que han desembocado en una verdadera concentración ciudadana en palacio para felicitar a los recién prometidos.

Las enormes ganas de nupcias venían de lejos en el país escandinavo. La prensa auguró compromiso con bastante antelación y relativa frecuencia a lo largo de los siete años de noviazgo de la pareja, aunque a la vuelta de la página aguardaba el desmentido del tiempo e incluso de la misma protagonista: "No me siento presionada para casarme y formar una familia". Comenzaba a ser ya una vieja costumbre, por ejemplo, el que con ocasión del cumpleaños de la princesa Victoria se hablara de compromiso real en Suecia. Con fundamento, por supuesto, pero sin ningún otro efecto más que ese: máxima expectación en cada aniversario de la Heredera.

Prometedores avances sugerían, en cambio, que los periodistas no andaban desencaminados; que los planes nupciales estaban en curso. Como las muestras de su amor en público -se les vio besándose y abrazándose abiertamente, como dos enamorados más, delante de miles de personas en un concierto del cantante sueco Per Gessle, componente del grupo Roxette, en Idrottsplatsen en Borgholm, Öland-; como la primera aparición pública conjunta de la pareja en un acto de la realeza -la fiesta de cumpleaños del príncipe Federico de Dinamarca que se celebró el pasado mes de junio con motivo de su 40º aniversario-; como la mudanza oficial de Daniel a la residencia de la Heredera en Drottningholm, el área del Palacio Real, con permiso del propio rey Carlos XVI Gustavo... Pasos que sólo podían tener una lectura posible: salvo sorpresa, boda real a la vista.

La fecha elegida será digna para recordar. El año 2010 coincide con el 200º aniversario de reinado de la Casa Bernardotte de Suecia, y ¡qué mejor manera de celebrar la ocasión que con una boda real! Tanto el Rey como el Gobierno, que debe aprobar el matrimonio de los Herederos al trono según la Constitución, han dado su consentimiento al enlace. La decisión ministerial fue transmitida formalmente al monarca en el consejo de esta mañana. Además de la fecha se hizo público el título real que corresponderá a Daniel Westling. El futuro esposo, preparador físico y propietario de una cadena de exclusivos gimnasios en Estocolmo, recibirá el título de príncipe Daniel, Duque de Västergötland. Los expertos esperan que la Heredera y su prometido, que nació en Orebro y creció en Ockelbo, un pueblo de 6.500 personas en la costa este de Suecia, se dé el sí quiero en la catedral de Estocolmo, donde el rey Carlos Gustavo y la reina Silvia se casaron en 1976. Y todos que sean tan felices como ellos.