Victoria y Magdalena de Suecia: dos bodas 'complicadas'

Mientras la futura Reina no se case, su hermana no podrá hacer planes nupciales con su novio, Jonas Bergström

Por hola.com

Las banderas suecas están en ristre; el champagne, en el congelador, y el ambiente, caldeado, pero la princesa Victoria sigue a la espera de poder anunciar su compromiso. Un hecho que cambiaría, sin duda, su vida pero, al parecer, también la de su hermana Magdalena.
Según algunos medios de comunicación suecos, la princesa Magdalena no sólo no quiere seguir manteniéndose en la cola nupcial sino que, a medida que ha ido transcurriendo el tiempo, ha entrado en algunas confrontaciones con la Heredera al hablar de su boda con Daniel Westling, un asunto tratado todavía sensiblemente en la Familia real.

Como casi todos los hermanos del mundo, las princesas también se pelean y discuten. Victoria, tranquila y reflexiva como su padre, y Magdalena, más parecida a su madre, la reina Silvia, lo han hecho desde niñas, aunque en público ofrezcan una idílica imagen de su relación. La propia Princesa Heredera ha reconocido que, desde pequeños, ha tenido que desempeñar el papel de "hermana severa" y que éstos, especialmente Magdalena, no siempre lo han apreciado. También que, en su época escolar, se sentía "injustamente tratada" por sus padres, quienes la obligaban a quedarse en casa debido a su condición de heredera al trono, mientras sus hermanos disfrutaban de una mayor libertad a la hora de salir con sus amigos.

"... A veces, hay situaciones en las que, -dice la Princesa refiriéndose a la posibilidad de convertirse en una persona anónima-, naturalmente preferiría que no todos me conocieran. Son días en los que me gustaría llevar un saco viejo encima. Aunque al mismo tiempo es maravilloso sentir la enorme respuesta que mis conciudadanos me brindan. Una sonrisa y un "hola" son detalles suficientes para que ponga más interés a la hora de hacer un buen trabajo.

No hay posibilidad de abandonar
Victoria reconoce que no sabe cómo se puede superar el nerviosismo que le supone enfrentarse cada día a la responsabilidad de ser princesa heredera y que "lo único que me ayuda es pensar que tengo que hacerlo de todas formas y que no hay ninguna posibilidad de abandonar. Convertirme en Reina es una realidad que, aunque pertenece al futuro, no puedo apartar de mi cabeza. No es nada agradable pensar que cuando ese día llegue, que cuando yo suba al trono, algo malo le habrá pasado al Rey. Mi padre, de hecho, suele decir: ‘¿Por qué la gente piensa siempre en que Victoria será Reina? ¡Maldición, no sé que le ven de divertido!’... A pesar de todo, continúa la Princesa, no dejo de estar concentrada específicamente en la labor que me ha sido encomendada.

Con esta sincera explicación sobre cómo se siente y cómo le gustaría "desaparecer" en momentos determinados, la Princesa remarca, sin duda, que la obligación dinástica siempre ha estado por encima de todo lo demás.

En este sentido, Victoria ha tenido que aceptar y superar que sus hermanos hayan podido elegir cómo vivir y a dónde ir sin tener que dar demasiadas explicaciones. Cuando el periódico Expresen dio a conocer, en Mayo 2002, la relación que tenía Victoria con Daniel, sólo lo sabían los amigos más íntimos de la Princesa. Descubierto el noviazgo, Victoria no sólo tuvo que soportar que se cuestionara a Westling, sino que constantemente tenía que salir a defender su relación hasta hablándoles de sus sentimientos y del amor que sentía por Daniel.

Westling no tardó en entrar en el círculo más íntimo de amistades de la Princesa. Tampoco necesitó demasiado tiempo para hacerles ver por qué la futura Reina se había enamorado de él. Más allá de lo que pudieran pensar en el entorno de la Heredera, Daniel había dejado por sentado entre los suyos que no iba a rendirse. Westling decía la verdad y la Princesa, también. Tras casi siete años de relación, la pareja se mantiene firme a la hora de apostar por un futuro en común, aunque éste esté tardando en llegar mucho más de lo esperado.

A diferencia de Victoria, Magdalena cuenta, después de cinco años de noviazgo, con el pleno consentimiento de sus padres para contraer matrimonio con Jonas Bergström - El rey ha dicho, al parecer, que este joven abogado es el hombre perfecto para Magdalena y no oculta que le ve como su futuro yerno- y sólo espera a que el camino se abra cuanto antes para poder dar un paso más en su relación.

Carlos Felipe ha roto con su novia, después de diez años
A diferencia de sus hermanas, para Carlos Felipe el problema de la cola nupcial ha quedado resuelto en las últimas semanas. Y es que, después de ocho años de noviazgo y algunos más de relación de amistad, su relación con Emma Pernald ha quedado definitivamente rota, según apuntan algunas informaciones.