Suecia está de fiesta. Las calles del país escandinavo son un hervidero de banderitas nacionales y cámaras fotográficas. Miles de suecos han salido de sus casas para celebrar hoy el Día Nacional y, como todos los años, tampoco ha faltado a esta cita la [Familia Real sueca], que ha estado presente en los numerosos actos conmemorativos programados para festejar esta ocasión tan especial.
Broche de oro: espectáculo musical y recepción en Palacio Si bien los miembros reales comenzaron la jornada cada uno en un punto distinto de la geografía sueca. El príncipe Carlos Felipe y la princesa Magdalena, hijos más jóvenes de los Reyes de Suecia, fueron los encargados de abrir a las 10 de la mañana las puertas de la finca del Palacio Real de Estocolmo a sus compatriotas, tal como manda la tradición en este señalado día. La [princesa Magdalena], que una vez más destacó por su belleza y elegancia, lució un conjunto de chaqueta blanca y falda de vuelo con un delicado estampado de flores, mientras su hermano eligió para la ocasión un traje oscuro y una corbata blanca y negras a rayas.
Los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia se desplazaron a la localidad de Halmstad, que en 2007 cumple 700 años, donde realizaron una travesía en barco. La princesa heredera Victoria, vestida con un traje tradicional sueco, celebró el día en Lundsbrunn, en la provincia sureña de Västergötland. Pero estas visitas han sido el aperitivo de una fiesta a lo grande. La Familia Real sueca se reunirá por la tarde-noche en el museo al aire libre de Skansen, a las afueras de la capital sueca, para asistir un acto que incluye actuaciones musicales, y finalizarán la jornada con una recepción en el Palacio Real.
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