El nuevo gimnasio del novio de la princesa Victoria

Por hola.com

Septiembre ha vuelto a llenar las aulas de alumnos de todo tipo y edad. La princesa Victoria de Suecia es uno de esos licenciados que se ha echado la mochila al hombro para seguir aprendiendo. La Heredera, consciente de su excepcional destino, no quiere descuidar su formación como futura Jefe de Estado y ha empezado un nuevo curso de preparación para la diplomacia, que durará un año, hasta principios de junio.

No es la primera vez que la primogénita de los reyes Carlos Gustavo y Silvia se interesa por el tema de las relaciones internacionales y la diplomacia. Ha cursado con anterioridad estudios sobre el modo de solucionar los conflictos entre las naciones, en el área relacionada con Democracia, Paz y Desarrollo, en la Universidad de Upsala; ha hecho prácticas en embajadas y ha trabajado en el ámbito de la Defensa para las Naciones Unidas, para el Gobierno sueco, el Ministerio de Defensa y el Organismo Sueco de Cooperación para el Desarrollo. Con este curso, ampliará sus conocimientos sobre cuestiones de política exterior, de seguridad, así como consulares y de ayuda al desarrollo, y, seguramente, aplicará lo aprendido el próximo verano con nuevas prácticas.

El gimnasio de Daniel Westling
Y mientras la [princesa Victoria] multiplica conocimientos, su novio, Daniel Westling, hace lo propio con su negocio: los gimnasios. Daniel es propietario del 70 por ciento de una cadena de centros deportivos, Master Training, que no para de crecer. La empresa contaba ya con dos gimnasios de lujo en Estocolmo, pero en mayo abrió el tercero, Balance, de 2.500 metros cuadrados. Un gigantesco proyecto de tres pisos, inspirado en los lujosos gimnasios de Beverly Hills, dotado de los últimos avances en materia deportiva y exquisitamente decorado hasta el más mínimo detalle. El centro deportivo ofrece numerosos tipos de entrenamientos, musculación, pilates, yoga, asesoramiento en materia de alimentación, entre otros muchos servicios. El bono anual más barato cuesta casi los 1.200 euros. Si se quieren 80 horas de entrenador personal, pruebas médicas, masajes, ropa deportiva y bebidas, el precio se puede multiplicar por 6.

Su relación con la Princesa parece haber contribuido a engrosar su volumen de ingresos, que ha pasado de los 500 mil euros en 1999 a los 700 mil en 2002. Pero, claro está, sobre todo su irrefrenable espíritu emprendedor, que no tiene fin. Daniel Westling tiene en mente también ampliar el negocio para después de Año Nuevo con un centro de masajes en Bromma. Se trata del proyecto de sus sueños: un exclusivo centro de masajes en el palacio de Ulvsunda. Allí, los clientes podrán recibir masajes, hacer yoga y relajación.