La Familia Real sueca arropa con esplendor la entrega de los Premios Nobel

Por hola.com

Un año más, como cada 10 de diciembre, Estocolmo se vistió de gala y la alfombra roja del Auditorio de la capital sueca, adornado para la ocasión con rosas y orquídeas blancas y con ramas de abeto plateado y eucalipto, acogió a los galardonados de la nueva edición de los Premios Nobel. Presidieron la solemne entrega, en la que se dieron cita cerca de 1.600 invitados, los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, junto a sus tres hijos, la princesa heredera Victoria, el príncipe Carlos Felipe y la princesa Magdalena, y la princesa Lilian.

Los premiados de este año han sido el escritor inglés Harold Pinter, que recibió el Nobel de Literatura; el israelita Robert J. Aumann y el estadounidense Thomas C. Schelling, que se hicieron con el Nobel de Economía; los estadounidenses Roy J. Glauber y John L. Hall y el alemán Theodor W. Hänsch, que comparten el Nobel de Física; el francés Yves Chauvin y los estadounidenses Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock, que recibieron el Nobel de Química, y los australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren, galardonados con el de Medicina.

'Nobel' a la elegancia
La ausencia más comentada de la noche fue la del Nobel de Literatura, que no pudo recoger su premio por problemas de salud. Pero, sin duda, fue la [Familia Real sueca], enfundada en sus mejores galas, la gran protagonista de la velada. Una ocasión única en la que las damas de la Casa Real sueca visten de largo y lucen las joyas de la corona -espectaculares piezas, de incalculable valor, que forman parte de la Fundación Familiar de los Bernadotte-. La [reina Silvia] se decantó por un vestido de brocado azul y una tiara montada en oro amarillo con camafeos de la antigua Roma y maravillosas perlas, que perteneció a la emperatriz Josefina y fue llevada a Suecia por su nieta la princesa de Leuchtenberg; la [princesa Victoria] optó por un vestido de satén color azul hielo y por su diadema preferida, la tiara de Baden; la [princesa Magdalena] lució un vestido gris plata con escote de pico y la tiara del Rey Gustavo -un regalo que el actual Soberano hizo a su esposa, la reina Silvia, cuando se cumplió el décimo aniversario de boda-, y la princesa Lilian llevó un favorecedor vestido verde.

Tras la solemne ceremonia, la Familia Real y los premiados, así como otras personalidades, se reunieron en una cena y baile de gala. Los cerca de 160 invitados fueron recibidos por los Reyes en los jardines de palacio y conducidos después a la galería de Karl XI. EL menú consistió en langosta con gelatina de azafrán, bacalao, corzo y bavaroise de chocolate. Uno de los detalles más comentados de la cena fue la actuación de los estudiantes del coro, que introdujeron en la sala las flores que decoraban la mesa del banquete mientras cantaban.