Victoria de Suecia celebra su 28º cumpleaños en la isla de Öland

Por hola.com

Ayer, miles de conciudadanos cargados de flores, banderas, regalos y felicitaciones se reunieron en el Palacio de Solliden, la residencia de verano que la [Familia Real sueca] posee en la isla de Öland, para desear a la princesa heredera Victoria un feliz 28º cumpleaños. Las celebraciones con motivo del aniversario de la Princesa, que comenzaron como un festejo popular espontáneo, se han convertido en apenas unos pocos años en una tradición arraigada en el reino escandinavo.

Pero, en esta ocasión, el cumpleaños real arrancaba con un regusto amargo por los brutales atentados de Londres. Los suecos congregados guardaron 2 minutos de silencio en memoria de las víctimas de los bombardeos perpetrados en la capital inglesa hace una semana. Momentos después, tras una larga espera al sol, las notas del obligado "Ja må hon leva!" (Cumpleaños feliz), entonado por el rey Carlos Gustavo, dieron la bienvenida a la [princesa Victoria], que lució un vestido veraniego verde y una corona de flores suecas propias de la estación. Mereció la pena la espera.

Una fiesta privada con Daniel
La Princesa, arropada por sus padres, los Reyes suecos, se dirigio a sus conciudadanos para agradecerles su presencia y sus obsequios, al término de la canción y de los cuatro hurras que se gritaron en su honor. Los más recompensados por la demora fueron los niños. Victoria se detuvo con ellos a saludarles y a charlar con ellos durante breves instantes.

A continuación, la Familia Real sueca al completo -se unieron a las celebraciones los hermanos de Victoria, los príncipes Magdalena y Carlos Felipe, y la princesa Lilian- y sus conciudadanos disfrutaron de un fabuloso espectáculo al aire libre, en el parque de Borgholm, de música y magia. Una gran fiesta en la que la Princesa hizo entrega de los premios y becas, que llevan su nombre, a los deportistas más destacados. Por tercer año consecutivo, Daniel Westling, novio del princesa Victoria, no pudo asistir al concierto, que se cerró con un impresionante castillo de fuegos artificiales. Hecho que los medios de comunicación escandinavos interpretan como una negativa de los Reyes a la relación de su primogénita.

No obstante, Daniel Westling sí participó en la fiesta privada. Cuando acabó la oficial, los Príncipes con sus respectivas parejas y algunos amigos continuaron la celebración de cumpleaños en privado en una de las casitas de Solliden que se encuentran junto al mar. Cenaron, una velada de carácter totalmente informal, y Victoria recibió más regalos. Pero, sin duda, ninguno mejor que el fabuloso día que había compartido con los suyos: su familia y amigos, su pueblo... y Daniel.