1/2Viendo que sus recaídas durante los viajes eran continuas y que éstas no podían ser corregidas desde tierra, la Familia Real decidió apostar por la ayuda de un profesional a bordo para que se sentara al lado de Mette-Marit
Viendo que sus recaídas durante los viajes eran continuas y que éstas no podían ser corregidas desde tierra, la Familia Real decidió apostar por la ayuda de un profesional a bordo para que se sentara al lado de Mette-Marit