La princesa Mette-Marit llora la muerte de su hermanastro en el atentado de la isla noruega de Utoya

Trond Berntsen, policía de 51 años, era hijo de Rolf Berntsen, el segundo marido de su madre, Marit Tjessem

Por hola.com

Si ayer veíamos a la princesa Mette-Marit visiblemente emocionada y sin poder contener las lágrimas por el doble atentado que el pasado viernes se cobró la vida de al menos 90 personas, hoy hemos conocido que la esposa de Haakon de Noruega no sólo lloraba por la desolación de la tragedia que estaba viviendo su país sino porque uno de los fallecidos en el tiroteo que tuvo lugar en el campamento juvenil de la isla de Utoya era su hermanastro, el policía Trond Berntsen, de 51 años, hijo de Rolf Berntsen, el segundo marido de la madre de la princesa, Marit Tjessem.

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La Casa Real ha confirmado la noticia según publican los diarios Dagbladet y Aftonbladet a través de un portavoz que indicó a la agencia noruega NTB: "Los pensamientos de la princesa están con sus parientes más cercanos". Según las últimas informaciones, Berntsen no estaba de servicio como policía en el campamento juvenil socialdemócrata, aunque alunos medios apuntan a que formaba parte de un servicio de seguridad privada para controlar la isla. Al escuchar el tiroteo, el hermanastro de Mette-Marit intentó proteger a su hijo de 10 años y a varios jóvenes cuando recibió un disparo mortal del presunto autor del ataque, Anders Behring Breivik. "Era muy fuerte y un tipo duro, no había otro como él", confesó Sture Jakobsen, un compañero de Trond, al diario Verdens Gang (VG).

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Sin duda, no están siendo días fáciles para los ciudadanos noruegos y por ello los miembros de la Familia Real han querido mostrar su apoyo a los supervivientes y los familiares de las víctimas en las numerosas ceremonias que se han celebrado estos días en su honor. Por la mañana, los reyes Harald y Sonia y su hija, la princesa Marta Luisa acudieron al oficio religioso que tuvo lugar en la Catedral de Oslo. Al abrazar a algunos de los familiares y mostrarles su más sentido pésame, los monarcas noruegos no pudieron evitar las lágrimas y se dejaron llevar por la emoción del momento. Mientras tanto, los príncipes Haakon y Mette-Marit prefirieron acudir a la localidad de Norderhov, donde tuvo lugar una misa por todos los fallecidos. De riguroso negro y con un semblante serio que evidenciaba el difícil momento que estaba viviendo la princesa, rezaron por las almas de las víctimas y porque su país no vuelva a vivir una tragedia como esta.

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Este mediodía, Noruega y el resto de países nórdicos han guardado un minuto de silencio en memoria de las 93 víctimas de la doble matanza, ocurrida el viernes en el complejo gubernamental de Oslo y posteriormente en el campamento de la isla, a unos 40 kilómetros de la capital. El presunto autor de los ataques, el noruego Anders Behring Breivik, de 32 años, comparecerá este lunes ante el Tribunal de Oslo.