La princesa Mette-Marit de Noruega ha estado en Alemania esta semana en una breve visita de apenas dos días, la primera que realiza de modo oficial al país europeo. Los alemanes esperaban conocerla hace cuatro años, en mayo de 2002, pero las quemaduras graves que sufrió en la cara durante una entrevista le impidieron viajar al país junto a su marido Haakon. La presencia de la Princesa heredera en Hamburgo, ciudad en la que se desarrollaron todos los actos previstos en su agenda, causó una gran expectación entre los ciudadanos alemanes y los noruegos que residen en el país. Decenas de personas se agolparon en las calles al paso de la Princesa, sobre todo cuando esta visitó el Ayuntamiento para firmar en el libro de oro de la ciudad.
Estilo de Princesa Fiel a su estilo sencillo y elegante, Mette-Marit eligió un traje de falda y abrigo en color rosa pálido para asistir a la ceremonia oficial de conmemoración del centenario de la apertura del consulado noruego en Hamburgo. Como recuerdo de este aniversario, la Princesa heredera descubrió una placa en la sede de la institución y continuó, poco después, su recorrido por otros lugares emblemáticos de la ciudad, como la Iglesia de los Marineros. Este templo también acaba de celebrar en Nueva Orleáns su cien aniversario, ocasión a la que no faltó el príncipe Haakon, honrando así la memoria de su abuelo el rey Olav, que puso en el año 1968 la primera piedra de la actual iglesia, cuyas filas engrosan fundamentalmente todos aquellos que trabajan en el mar.
El agitado horario de eventos previstos de la princesa Mette-Marit terminó con una recepción que ofrecieron el responsable de finanzas de Hamburgo, Wolfgang Peiner, y el embajador noruego, Bjoern Tore Godal. La Princesa, que llevaba un favorecedor recogido en el pelo, apostó para la noche por el contraste de moda de la temporada: una falda negra, con un poco de vuelo, y una camisa blanca sin mangas, que completó con unos preciosos pendientes de forma redonda.
En este breve viaje, Mette-Marit no estuvo acompañada de su marido, el príncipe Haakon, ya que, pasado el tiempo, ha ido asumiendo cada vez más compromisos en solitario que afronta con mucha soltura, al igual que el resto de Princesas europeas. Hace poco más de un mes, se celebró el quinto aniversario de su boda con el príncipe Haakon y, por tanto, del día en que se convirtió en Princesa. Precisamente ha sido esta agenda, en la que no figuraron demasiadas apariciones públicas en las últimas semanas, la que ha provocado los primeros rumores que apuntarían a un tercer embarazo de la pareja. El anuncio de los próximos nacimientos en Holanda y España han provocado que el foco de interés se traslade al resto de consortes europeas, esperando un nuevo baby boom real la próxima primavera.
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