Emotivo bautizo del príncipe Sverre

Por hola.com

Aparte del ceremonial del bautismo en sí mismo, el rito de la rueda de las velas fue uno de los momentos cumbres y, sin duda, más simpáticos de la celebración. Los invitados reales no pudieron evitar desternillarse de risa al ver cómo los más pequeños de la Familia Real noruega, la princesa Ingrid Alejandra, su hermano Marius y su prima Maud Angélica, intentaban encender un anillo repleto de velas. Los tres niños, vigilidos constantemente por sus madres, pusieron ganas en la faena. Pero tanto entusiasmo le jugó una mala pasada a la princesa Ingrid, que quiso agarrar la llama con los deditos y, naturalmente, se quemó. La niña, que a continuación era aleccionada por su madre de lo que podía ocurrirle si tocaba el fuego, reaccionó con un expresivo "¡ufff!".

Dos nombres
Tras verter con una jarra de plata las aguas bautismales del Jordán en la pila, el obispo procedió al bautismo de príncipe Sverre, que vestía el traje de cristianar que cosió la princesa Ingeborg, su bisabuela, en 1920, y que han usado todos los descendientes del rey Olav, a excepción de la princesa Ingrid Alejandra. La Reina, con el pequeño llorando a pleno pulmón en sus brazos, se acercó a la pila y respondió al obispo cuál era el nombre del niño -como es tradición en la [Familia Real noruega], el segundo hijo de los príncipes Haakon y Mette-Marit ha recibido dos nombres: "Sverre Magnus"-. A continuación, el sacerdote hizo la señal de la cruz en el pecho del bebé y le mojó la cabeza 3 veces mientras lo bautiza en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo e inmediatamente después lo secó.

Al concluir la ceremonia y dar el obispo la bendición, un joven de uniforme tocó 9 veces una pequeña campana poniendo de manifiesto la tradición marinera del país escandinavo. Tras lo cual, los sacerdotes con la cruz, Marius con la vela, la princesa Mette-Marit con el bebé en sus brazos, el príncipe Haakon con Ingrid Alexandra, los reyes Harald y Sonia y los padrinos abandonaron la iglesia al compás de Pebble dream, de Bjørn Morten Christophersen, para órgano y trompeta. Seguidamente, la Familia Real noruega ofreció un almuerzo en palacio cuyo menú consistió en atún al horno a la pimienta, carré de cordero, salsa de gelatina al vino tinto, rokokkois y coulis de frambuesa. Por la noche, familia, padrinos e invitados reales, que se hospederán en el palacio real de Oslo mientras dure su estancia en Noruega, asistirán una cena privada en Skaugum.