Ha comenzado la cuenta atrás en Noruega. Mette-Marit, la única Princesa que aún no ha dado a luz de las seis que esperaban este año un bebé, se encuentra ya en la recta final de su embarazo y el nacimiento de su segundo hijo con el príncipe Haakon se espera que sea cualquier día de estos en el frío reino escandinavo. De manera que, mientras todas las redacciones del país están en alerta para cubrir el gran acontecimiento cuando sea finalmente, la [princesa Mette-Marit] aguarda el feliz momento tras los muros de palacio, totalmente apartada de la vida pública. Así, no pudimos verla durante los actos conmemorativos que se celebraron el pasado fin de semana para clausurar el centenario de la independencia de Noruega.
Sin Mette-Marit El broche de oro a estos últimos meses de celebraciones contó con un programa variado de conciertos, espectáculos y baile de gala. Cuatro coros con un total de 230 miembros provistos de antorchas encendidas cerraron el viernes por la noche el centenario musical en el palacio de Akershus, que estuvo presidido por el rey Harald, su esposa, la reina Sonia, y su hijo, el [príncipe Haakon] -como decíamos, sin la princesa Mette-Marit-.
Se celebraba el centenario del desembarco del rey Haakon y la reina Maud en la fortaleza de Akershus. El concierto comenzó en la capilla del palacio e incluía obras ligadas a acontecimientos destacados para la monarquía noruega, desde su llegada al país en 1904 hasta el bautizo de la princesa Ingrid Alejandra en 2004. Tras el concierto en la capilla, los asistentes se trasladaron al salón Margaretha, donde continuó la música, que en ocasiones hizo llorar a los regios invitados. Además de los Reyes y el príncipe Haakon se encontraban entre los asistentes las princesas Ragnhild,Astrid y Marta Luisa con sus respectivos esposos. Después del recital hubo un buffet y, por último, más música en el salón de Christian IV.
Baile de gala El sábado por la noche se dieron cita en el Oslo Spektrum representantes de todas las instituciones oficiales de Noruega, así como todos los miembros de la Familia Real, con excepción nuevamente de la princesa Mette-Marit, que podría dar a luz en cualquier momento. Todos ellos presenciaron un espectáculo de humor y música con estrellas nacionales e internacionales.
Los actos conmemorativos del centenario concluyeron el pasado domingo con un gran baile en el palacio real al que fueron invitados 550 ciudadanos en representación de toda la sociedad noruega. La Familia Real, encabezada por los Reyes, salió a recibir a sus huéspedes, a quienes, uno a uno, saludaron personalmente. El baile se celebró en el gran salón de festejos, pero se abrieron para la ocasión todas las salas del palacio. Después del discurso del Rey, se bailó una polonesa; después un vals y, a continuación, hasta que llegó el momento del buffet, el baile moderno se hizo con la pista.
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