Mette-Marit cumple con sus obligaciones como Princesa con aplomo y una sonrisa

Por hola.com

Aunque parece tocada por la mala ventura, Mette-Marit jamás se rinde. Si este invierno una neumonía motivó su hospitalización, ahora una fatal caída, mientras esquiaba junto a la Familia Real noruega en las montañas de Sikkilsdalen, la va a obligar a permanecer escayolada seis semanas.

No obstante, la Princesa noruega afronta la vida con optimismo y no desatiende sus compromisos oficiales, pese a lo sufrido de llevar escayola y a las continuas críticas sobre su persona, sobre su pasado...

Reapareció con aplomo y seguridad
Apoyada sobre dos muletas, la Princesa reapareció con aplomo, seguridad y sonrisa demoledora al lado de su esposo, el príncipe Haakon, durante la celebración del centenario de la cárcel Bastoy, en Oslo.

Los príncipes herederos, con su visita a esta prisión, se han convertido en los primeros miembros de la Familia Real, en toda la historia de la Monarquía noruega, que recorren las instalaciones de un centro penitenciario y se interesan por las alegrías y tristezas de sus presos.

Radiante, y muy coqueta, la princesa Mette-Marit, que lucía una original escayola de color oscuro para que no desentonara con su puntiagudo botín de última moda, no dejó de sonreír con amabilidad y frescura a cuantos con ella se encontraban.

Esquiando en las montañas de Sikkilsdalen
La princesa Mette-Marit [se rompió el tobillo derecho], el pasado miércoles 27, durante sus vacaciones de Semana Santa en las montañas de Sikkilsdalen, comarca de Jotunheumen, Noruega.

La casa de campo del Príncipe
Toda la Familia Real pasaba este año las vacaciones de Pascua en Prinsehytta -Casa de Campo del Príncipe- y era la primera vez que [Mette-Marit] -su hijo Marius se había ido con su padre- y el prometido de la princesa Marta, Ari Behn, acudían a esta vivienda de montaña construida por los príncipes suecos Gustaf Adolf, Wilhelm y Erik a comienzos del siglo pasado.