Dulce, dulce está siendo la estancia de los futuros Reyes de Noruega en Salt Lake City - sede de la presente edición de los Juegos Olímpicos de Invierno. Y es que desde que el príncipe Haakon y la princesa Mette-Marit aterrizaron en Utagh, los buenos resultados, que el equipo noruego ha obtenido en las distintas competiciones deportivas, no han cesado.
Haakon y [Mette-Marit Tjessem], que comparten hotel con los deportistas de los Juegos Olímpicos, se han involucrado al máximo con sus compatriotas y, como dos miembros más del equipo, no han podido evitar exteriorizar abiertamente su enorme alegría -rieron a mandíbula batiente y bailaron espontáneamente- por las victorias conseguidas, tal y como puede apreciarse en las fotografías.
Al improvisado son de un acordeón, celebraron el triunfo de la delegación noruega en la prueba de marcha de esquí. El príncipe [Haakon de Noruega] bailó con la esquiadora Bente Skari, mientras su esposa Mette-Marit lo hacía con uno de los esquiadores que más medallas ha ganado en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno, Bjoern Daelhie.
Kari Traa estrenó el medallero noruego Pero éste no será el único oro que se lleven a casa los Príncipe noruegos. Un día después de asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos de Invierno, y sin haber dormido demasiado, representaron oficialmente a su país durante la competición de esquí acrobático, gracias a la cual [estrenarían el medallero noruego]. Se dejaron llevar por la ilusión y el patriotismo y animaron a su conciudadana, Kari Traa -la nueva reina del esquí- que, finalmente, después de mantener la emoción hasta el último momento, se hizo con la medalla de oro.
"Aprecio muchísimo que los Príncipes hayan realizado un viaje tan largo y estoy encantada de haber ganado una medalla. Al menos así no tienen que volverse de vacío", declaró pocos minutos después la ganadora.
