El verano de Carlota Casiraghi ha cambiado. Esta vez ni surca las aguas de la Costa Azul a bordo del Pachá III en familia, ni asiste a tradicionales citas del Principado como el pasado Baile de la Cruz Roja, ni celebra, como cada 3 de agosto, su 26º cumpleaños con una íntima fiesta rodeada de los suyos: su madre, Carolina de Mónaco, sus hermanos, Andrea y Pierre Casiraghi, y sus cuñadas y sin embargo amigas, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo. Pero no importa porque nada le falta si le tiene a él: Gad Elmaleh, el actor francés de origen marroquí que ha conquistado su corazón a pesar de la diferencia de edad (15 años) y con el que sale desde principios de año. Carlota ha suplido en esta ocasión las travesías marítimas, los encuentros familiares, las grandes veladas palaciegas y ha cruzado el océano por estar con su nuevo amor y Noé, el hijo preadolescente del actor. Una romántica escapada a Los Ángeles con la que vuelve a dejar patente su firme apuesta por esta relación.
Carlota Casiraghi ha dado a su vida un giro total de la mano de Gad Elmaleh rompiendo inesperadamente con el que parecía hasta ahora su destino. A estas alturas, se puede decir que no solo su romance no ha sido de ida y vuelta, sino que Carlota ha encontrado la estabilidad junto al actor francés. Cabe la posibilidad de que la princesa Carolina no acepte la nueva relación de su hija mayor o de que incluso las haya distanciado en los últimos meses, pero de lo que no cabe duda es de que Carlota disfruta cada momento de su apasionado noviazgo y es una mujer feliz. La hija de la Princesa de Hannover —hasta ahora inseparable de su madre— parece haber elegido vivir con más independencia y libertad, como ya demostrara en un anterior viaje con Gad a Nueva York, en el que Carlota aprovechó para presentar a su pareja a su gran amiga Beatrice Borromeo, y como este verano ha vuelto a demostrar en Los Ángeles. Con unas vacaciones tan diferentes a las de antes.
