El príncipe Alberto y su esposa Charlene convocan a la prensa para poner punto y final a los rumores sobre su matrimonio

Por hola.com

Después de semanas de especulaciones, los recién casados Alberto y Charlene de Mónaco se han visto obligados a poner punto y final a los 1001 rumores que planean sobre su matrimonio. Pocas horas después de regresar de su luna de miel, Alberto de Mónaco y su esposa Charlene convocaron a varios periodistas locales, entre ellos al diario Nice Matin, para manifestar su "indignación frente a los rumores" que consideraron "insoportables".

El príncipe Alberto considera que todo lo que se ha hablado son "rumores" sobre su pareja, y asegura que detrás de esas noticias hay "celos" de una o de varias personas de su país que "tratan de hacer daño". "Desde hace mucho tiempo, mi familia es objeto de rumores nacidos de los celos. Hay una o varias personas en Mónaco que intentan hacer daño", les confesó a los periodistas el príncipe, que consideró "lamentable que los medios de comunicación hagan suyos esos rumores sin verificar las informaciones". "Siempre he respetado la libertad de expresión, pero la difusión de informaciones falsas es lamentable y susceptible de sanciones penales", añadió.

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El soberano, que no admitió preguntas, indicó que "a veces esos rumores nos hicieron reír, por ejemplo cuando los medios explicaban que la princesa y yo no habíamos dormido en el mismo hotel en Sudáfrica. Evidentemente, era por razones prácticas".´La prensa sudafricana descubrió que habían dormido en hoteles separados, algo que el Palacio de Mónaco justificó desde el principio por las obligaciones de Alberto como miembro del Comité Olímpico Internacional.
Alberto de Mónaco quiso puntualizar que él y su esposa disfrutaron de su luna de miel desde el 9 al 20 de julio en Mozambique: "Logramos escapar de los paparazzi. Ha sido una estancia maravillosa y no hemos sido molestados".

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Antes de dar por concluida la convocatoria con los medios, Alberto se dirigió a su esposa para preguntarle si ella tenía algo más que decir: "No, yo creo que lo has dicho todo", exclamó Charlene.

Todo comenzó el pasado 28 de junio, tres días antes de la boda, cuando el semanario francés L'Express publicó el intento de fuga de Charlene. El Palacio de Mónaco emitió un comunicado para desmentir la supuesta intención de la ex nadadora olímpica de anular los preparativos de la boda y volver a su país, tal y como informaba el semanario francés. “Desmentimos oficialmente la información publicada en L´Express. Los rumores pretenden dañar la imagen del soberano y, en consencuencia, la de su prometida, Charlene Wittstock, y tienen un perjuicio grave para este feliz acontecimiento”, explicaba el texto. Y así han ido sucediéndose un rumor tras otro hasta agotar la paciencia del soberano monegasco.

Tras este encuentro, la pareja retomó su agenda de actos previstos con un recuerdo precisamente de los momentos más destacados de su boda. Asistieron a la muestra "Story of the Royal Wedding" (Historia de la boda real) en el Museo Oceanográfico de Mónaco, en la que se exponen fotografías de los días de fiesta con los que celebraron su unión. Con el rostro relajado, agradecieron las muestras de cariño de la gente que se congregó a las puertas del edificio. Para la ocasión, Charlene eligió un vestido veraniego de tirantes que resaltaba su bronceado y es que, tras su periplo en Sudáfrica, como explicaron han disfrutado de unos días en Mozambique.