San Valentín, además de ser el Patrón de los enamorados, pudiera serlo también de quienes quieren darse una segunda oportunidad. Al menos, éste puede ser el caso de [Estefanía de Mónaco] y Daniel Ducruet, que fueron marido y mujer entre 1991 y 1996, rompiéndose su unión tras el escándalo protagonizado por el que fuera guardaespaldas de la princesa con una bailarina de striptease. Lo decimos porque, justamente el Día de los Enamorados, la pareja era fotografiada en Isla Mauricio, lo que muy bien puede corroborar los rumores de que había un acercamiento entre ellos. De otra manera, no se entendería, acaso, el hecho de que se fueran juntos y solos tan lejos.
Hay una cosa clara: Daniel, que fue, por su sonada infidelidad, el único causante de la ruptura, nunca ha dejado, al parecer, de querer a la princesa. Esta, por otra parte, estaba muy enamorada de él y quién sabe si, en otras circunstancias, le hubiera perdonado, cosa que no pudo hacer, dada la magnitud del escándalo, ya que éste trascendió a todos los medios de comunicación del mundo.
Cierto es que la princesa, después de Daniel, tuvo otros amores, e incluso una hija (con otro guardaespaldas: Jean-Raymond Gottlieb), lo mismo que Ducruet tuvo un par de novias. Sin embargo, entre ellos —y sobre todo por sus hijos — siempre existió una muy buena relación. Y qué duda cabe que es bastante posible que, al no encontrar cada uno la felicidad por su lado, les haya entrado, de pronto, la nostalgia de aquellos años felices y se hayan planteado darse una nueva oportunidad... diez años después.
