A pesar de que llevan casi un año juntos, la relación se hizo oficial en el momento en que Andrea acudió a los actos de celebración de la entronización de su tío Alberto de la mano de su novia. Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo son, a ojos de sus familias, novios formales. De esta forma, no es extraño que Tatiana comparta sus vacaciones con la familia de su pareja. Así pudimos verlos recientemente en aguas del Mediterráneo navegando a bordo del «Pachá III», el barco familiar, con Carolina de Mónaco y Ernst de Hannover. Después de unos días de descanso en familia, la pareja viajó a Ibiza, uno de los lugares preferidos por Andrea. Tanto es así, que es el cuarto verano consecutivo que ha visitado la isla, aunque el primero que ha acudido acompañado por su novia. Junto a la pareja también se encontraba el hermanastro de Andrea, Ernst de Hannover Hochouli, y la novia de éste, Angela Missoni.
Andrea mostró a su novia colombiana todos los secretos de las calas y las noches de la isla que conoce tan bien. Juntos compartieron jornadas de navegación, de playa y sol, de excursiones a Formentera y baños en alta mar. En ningún momento ocultaron su amor, y se prodigaron continuas muestras de cariño.
Un 'look' desaliñado Una vez más, el primogénito de la princesa Carolina ha marcado su peculiar estilo. Con fama de rebelde, Andrea opta siempre por un 'look' con un desaliño estudiado. Visiblemente más delgado y, tal y como se comprobó en la entronización de su tío, con un aspecto algo desmejorado, optó por ropas ibicencas e icluso pareos semejantes a los que lució su novia. Llamó la atención que Andrea en ningún momento, ni dentro del agua, se quitara las gafas de sol.
En un ambiente más tranquilo, lejos parecen quedar para Andrea aquellos veranos de interminables noches, ya fuera con su novia española, María Jurado, o con alguna otra buena compañía. Pero nueva pareja, nueva vida, y parece que la hija del multimillonario magnate colombiano ha cambiado la suya a Andrea.
