Momentos de angustia para Estefanía al sufrir un fuerte golpe su hija Paulina

Por hola.com

Mientras su hermana, la princesa Carolina, se encontraba de crucero por aguas de la Costa Azul con su marido, el príncipe Ernst de Hannover; su hija pequeña y sus hijos mayores con sus respectivas parejas, la princesa Estefanía vivía momentos de gran preocupación tras el accidente sufrido por su hija mayor, que se había caído de una cama elástica.

Después de ser atendida en un centro médico próximo al lugar del accidente —una especie de parque infantil con atracciones, como puede verse en una de las fotos del reportaje—, los doctores estimaron oportuno el traslado de Paulina a un hospital con el propósito de que le fuera realizado un examen más exhaustivo, habida cuenta de que parecía que se había golpeado en la cabeza y de que pudiera tener lesiones en una clavícula.

El traslado al hospital Princesa Gracia se hizo en helicóptero, y mientras llevaban a Paulina en una camilla con un collarín cervical, el rostro de Estefanía, siempre al lado de su hija, reflejaba su gran angustia y preocupación ante la incertidumbre del verdadero estado de Paulina. De la mochila que llevaba la princesa en la espalda colgaba un par de zapatillas deportivas, que probablemente eran las que llevaba ese día su hija. Una vez examinada, parece que las lesiones no revestían mayor gravedad.

Su pasado circense
Para Paulina este tipo de juego —saltar sobre camas elásticas— no debe ser nuevo. Basta con recordar su «pasado circense» durante el tiempo que su madre mantuvo una relación sentimental con Franco Knie, director del Circo Knie. Por aquel entonces, como publicábamos en estas mismas páginas, Paulina llegó a participar en números de circo, llegando incluso a tumbarse en el suelo para que un elefante pasase por encima de ella o a ser lanzada por los aires en algún número acrobático. Un período de su vida que no gustó nada a su padre, Daniel Ducruet, el cual no estaba de acuerdo con que la princesa, de la que siempre habla con gran respeto, permitiese que su hija participase en este tipo de cosas:

—Ese juego peligroso se ha acabado. Mi hija no se pondrá nunca más debajo de la pata del elefante —declaró—. Hará la parte «light», la que no es peligrosa, pero jamás volverá a hacer ese peligroso numerito.

Daniel explicaba también que fue su hija la que le invitó, el día de su cumpleaños, al circo: «A Paulina le hacía mucha ilusión que yo estuviera allí, en el circo, y que la viera actuar. Fue el único motivo por el que fui».

‘Ese juego peligroso se ha acabado’
A pesar de las declaraciones de Daniel Ducruet rechazando la actuación de su hija Paulina en los números más arriesgados que realizaba en el circo desde hacía tiempo, la pequeña, que tenía entonces siete años, continuó interviniendo en las funciones del Circo Knie, cuyo director, Fran Knie, era —como nuestros lectores recordarán— el hombre al que estaba sentimentalmente unida la princesa Estefanía de Mónaco.