Aun llevando un año escaso de relación, Andrea Casiraghi, el primogénito de la princesa Carolina en quien la rebeldía y el no compromiso parecen literalmente unidos, sí que ha querido comprometerse en toda regla con su novia, Tatiana Santodomingo... De hecho, ha sorprendido que el joven aristócrata —estudiante del Lycée Jeanne d ’Arc,en Francia—, que podría estar planeando trasladarse a vivir con la joven a Canadá para cursar Ciencias Políticas en la Universidad de Montreal, aprovechara las celebraciones de entronización de su tío Alberto II —un día histórico — para presentarla oficialmente a los ciudadanos de Mónaco. A los invitados a las celebraciones del advenimiento de su tío Alberto, quienes la descubrieron como una Grimaldi más, con un precioso vestido blanco y un fular rojo cruzado sobre el pecho —los colores del Principado — de la mano de su novio, Andrea, moviéndose con toda naturalidad entre ellos... Hablando con Carolina y el Príncipe de Hannover sin titubeos. Con el aplomo de una princesa de cuna y sangre.
Y es que Tatiana, además de guapa e inteligente, es la nieta de Julio Mario Santodomingo, la persona más poderosa de Colombia y uno de los empresarios más ricos del mundo,con una fortuna que se aproximaría,según cifras que han manejado algunos medios de comunicación latinoamericanos,a los 9.000 millones de euros. Mecenas de las Artes y las Letras, amigo de escritores —entre ellos, García Márquez — y artistas, el patriarca de la familia Santodomingo es propietario, entre otros negocios del sector de las telecomunicaciones, de su propio canal de televisión, Caracol Televisión, y del periódico El Espectador. Un grupo empresarial enorme, en el que también tienen cabida las cadenas de alimentación, las sociedades financieras, las compañías de seguros y la cervecera Bavaria, el verdadero pilar de su monopolio en Cartagena, la ciudad a la que también fuera invitado las pasadas Navidades Andrea Casiraghi, antes de salir con toda la familia Santodomingo —la mayor parte del tiempo viven entre Nueva York y París— hacia la maravillosa isla privada de Barú, en el Caribe tropical.
