Poco se ha sabido de la princesa Estefanía desde el funeral de su padre, sin embargo, la inmensa tristeza reflejada en su rostro en el último adiós a Raniero de Mónaco, sigue muy presente. Así lo constatan las primeras fotografías en las que se puede ver a una princesa abatida y con gesto cansado a su llegada al aeropuerto de Niza. La pequeña de los Grimaldi está sumida en el desconsuelo por la pérdida del "único hombre que no me ha fallado", según declaró ella misma hace tiempo.
Vestida de forma informal con pantalón y chaqueta vaqueros, pero de luto riguroso, [Estefanía de Mónaco] llegó sola a la Costa Azul francesa, con el cabello muy corto y si apenas maquillaje, con gesto serio y apagado. La "princesa rebelde" se enfrenta a duros momentos, sin la protección incondicional que le brindó siempre su padre. Sus tres hijos, Paulina, Luis y Camila (nacidos los dos primeros de su matrimonio con Daniel Ducruet y la última de su relación con Jean-Raymond Gotlieb), se han convertido así en la mayor fuente de cariño y apoyo para la princesa.
Su hermano, [Alberto de Mónaco], parece haber recuperado la normalidad volcándose en su trabajo y en sus deberes como nuevo soberano del pequeño país monegasco. Por su parte, la hija mayor de los Grimaldi, Carolina, ha recobrado la ilusión tras la mejoría de su esposo, Ernesto de Hannover, de una pancreatitis aguda.
