Los más desfavorecidos encuentran a menudo en los miembros reales una mano amiga. Como la de la gran duquesa María Teresa, que se trasladó a Sao Paulo para comprobar in situ los esfuerzos de las autoridades brasileñas en la lucha contra el sida, durante su visita oficial al país carioca, donde los Grandes Duques de Luxemburgo continúan su gira por América del Sur. Tras su paso por Chile, han hecho parada en Brasil en respuesta a la invitación del Presidente de la República, Luis Ignacio Lula da Silva, para estrechar los lazos económicos y comerciales bilaterales, aunque su agenda incluye también actos de carácter cultural y humanitario.
El primer destino de la pareja ducal fue Ouro Preto, la ciudad más antigua del Estado de Minas Gerais. Se trata de una de las urbes del siglo dieciocho -la ciudad fue fundada en 1711- mejor conservadas de Sudamérica. Los Grandes Duques pudieron admirar las espléndidas muestras de arquitectura barroca que la ciudad atesora -está considerada desde 1981, de hecho, como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO- y asistieron a un concierto en la iglesia de San Francisco de Asis.
Abogada de la infancia Los mandatarios luxemburgueses se trasladaron el martes a Sao Paulo. El Gran Duque dedicó el día a profundizar en las relaciones económicas de las dos naciones, reuniéndose con diversos empresarios brasileños. En los diferentes encuentros se prestó especial atención a los nuevos combustibles como el etanol extraído de la caña de azúcar. Mientras, la Gran Duquesa mostraba su imagen solidaria: visitó una institución dedicada a la lucha contra el sida, llamada Centro Franciscano de Combate a Aids/HIV, en calidad de "eminente abogada de la infancia" de UNICEF, ya que en él se ayudan a los más jóvenes a luchar contra la enfermedad. Durante su estancia, vimos a la Gran Duquesa posando junto a algunos jóvenes que colaboran también con la organización de UNICEF como son los hermanos Johanes, José Francisco y Marie Pierre Poirier.
La recepción de los Grandes Duques en la capital, Brasilia, por parte del Presidente de la República, Luis Ignacio Lula da Silva, ha tenido lugar hoy. Tras el recibimiento de honor, Lula da Silva y su esposa, Marisa Leticia, han compartido un almuerzo con los soberanos de Luxemburgo. El viaje de Estado se cerrará mañana, jueves, en la ciudad de Vitoria, capital del estado de Espíritu Santo. Allí, los Grandes Duques inaugurarán una fábrica de la siderúrgica ArcelorMittal Tubarão. A este acto asistirán también el presidente Da Silva y el presidente de la empresa, el empresario indio Lakshmi Mittal.
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